MI ALMA MÁTER EL COLEGIO SAN PEDRO DE CHIMBOTE
El auxiliar Alcides ingresó al aula del Primer Año “D” para llamar lista y darnos la bienvenida. Unos cincuenta muchachos lo escuchamos en aquella mañana inaugural de abril de 1973. El salón era parte de unos ambientes precarios bautizados por la picardía sampedrana como “Los Pueblos Jóvenes”, pues habían sido construidos con triplay y eternit a causa de la emergencia producida por el terremoto de 1970. Más allá de estas aulas y una vieja cancha salitrosa de fútbol resonaba el mar de Chimbote, el rumor de sus olas también nos daba la bienvenida, y nos acompañaría durante cada día de permanencia en nuestra Alma Máter.
Estudiar en la Gran Unidad Escolar San Pedro, como entonces se llamaba, era motivo de personal orgullo. Implicaba ser parte de una tradición en la vida de Chimbote. Un plantel líder no sólo en lo académico, sino también en la música, artes, desfiles cívicos, deportes… y en algo más, la palomillada sana, otro símbolo de su identidad. Bromas a raudales, pero a la hora de las cosas serias prevalecían siempre las nobles virtudes del estudiante sampedrano. A mí, por lo menos, me lo hizo saber temprano el profesor de Educación Física Luis Alva Yépez. Durante nuestra primera clase estando yo en fila para saltar los taburetes, miró mi nombre en su registro y me preguntó si tenía un hermano mayor Roger. Tras confirmarle que sí, me respondió: “Tu hermano ha sido un palomilla pero también un buen alumno, quiero que sigas su ejemplo”.
Antigua estatua de San Pedro en el
interior del colegio (Fuente: Internet)
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El colegio tenía una gran plana docente. Yo había estado familiarizado con algunos de sus nombres desde mis días en la primaria. Por ejemplo, el profesor de Historia, Rodolfo Estefo Ñique, cuyas separatas para secundaria las leía junto a mis revistas de historietas; igualmente don José Gutiérrez Blas, su libro “Chimbote a través de la Historia” lo leí por primera vez a los ocho años de edad; el profesor de Música Marco Merry Salazar Jácome había grabado el disco “Una Noche en los Pinos”, uno de mis favoritos a comienzos de los setenta; o el propio Luis Alva Yépez, a quien admiré como entrenador del José Gálvez FBC antes de ser su alumno. Y corresponde a esa época también un pintoresco personaje: debo haber tenido unos nueve o diez años de edad aquel día en que me encontraba con Roger en nuestra tienda de abarrotes. De pronto alguien pasó por la pista manejando un triciclo y, mientras pedaleaba, le gritó a mi hermano: “Oye pendejo, ¿no quieres comprar bolsas?”. Roger le dijo que no. ¿Quién es ese señor?, pregunté. “Es mi profesor Chatarrita Sagástegui, me enseña Anatomía, vende bolsas plásticas en sus días libres”, respondió mi hermano.
El Segundo Año también estudié en “Los Pueblos Jóvenes”, y fue la única vez de mi secundaria que me tocó asistir en el turno de la tarde. Tuve la suerte de tener en el salón a Marco Antonio Arroyo Benites, mi mejor amigo del colegio y de toda la vida. Su amistad marcó una visión más compartida de mis días en el San Pedro. Juntos jugamos fútbol, practicamos gimnasia, y nos enamoramos de bellas alumnas. En general, la etapa colegial cubre una larga lista de ilusiones, fantasías y amores platónicos, cuyos recuerdos aún nos causan suspiros de nostalgia en el otoño de la vida. Anteriormente he ampliado este tema en un par de relatos.
Enero de 1978. Huacachina, Ica. Eduardo,
quinto de la fila de pie (de izquierda a derecha),
junto a un grupo de compañeros de estudios (2)
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Durante la secundaria disfruté de innumerables lauros logrados por mi Alma Máter: La gallardía del paso marcial de los sampedranos ganó diversos galardones en los desfiles escolares, y fue código de honor para cada una de sus generaciones. Los espectaculares desfiles de antorchas y carros alegóricos durante las festividades de San Pedrito. Los éxitos en los Festicantos celebrados en el coliseo Paul Harris, e igualmente en los certámenes literarios organizados por instituciones de la ciudad. En 1975 cursaba el Tercer Año “B” en uno de los grandes pabellones de dos pisos, y ese año nuestro equipo de fútbol, el Cultural San Pedro, ascendió a la primera división de Chimbote; no olvido el día cuando el profesor Crispín Portella presentó a los jugadores en la formación del plantel, y los estudiantes rompimos filas en medio de una algarabía total.
En la primaria fui un alumno destacado y obtuve diploma de honor en casi todos los años, pero la secundaria fue una historia diferente; mayormente porque descubrí que aunque tenía facilidad para las letras, en cambio los números fueron un hueso duro de roer. No tuve buena química con las matemáticas, pero pasados los años aprendí a valorar a mis profesores de la especialidad, José Desposorio Cruz y Antonio Abanto López, por su decencia profesional y abnegada dedicación. Recuerdo también con afecto al teacher Iturrios, con quien aprendí más inglés en un conocido bar de la esquina de Elías Aguirre con Pardo que en el propio salón de clase. Igualmente, pervive en mi memoria don Julio Orrillo del Águila, subdirector y director del plantel hasta 1976, su menuda figura rondaba cada rincón del colegio, sea para asegurar el orden o para para compartir una broma, fue querido y respetado por todos los estudiantes. Mención especial merece don Jorge Teevin Vásquez, docente de elevado intelecto, impecable dicción, y sobria personalidad; es muy posible que en mis días de colegial me haya evadido de muchas clases pero nunca de las suyas, él mantuvo mi avidez por conocer la Historia Universal y siempre lo consideré mi profesor favorito.
Mapa de ubicación del Colegio San Pedro
(Fuente: Google)
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Cuando estuve en Cuarto Año “D” perdí el rumbo de los estudios. Fue en 1976. Tenía quince años de edad y me extravié en el laberinto de la rebeldía, de mis ilusiones sentimentales no correspondidas, y de mis inicios en la militancia política. Repetí aquel año. Mi compañero de aula “Pichicho” Bejarano me había prestado el libro “El Antimperialismo y el Apra” y con fascinación lo leí por primera vez. A partir de allí y por varios meses devoré libros de política y descuidé los estudios, cuando reaccioné fue demasiado tarde. De todas maneras fue un momento clave en mi vida, pues al año siguiente me inscribí en el APRA e inicié una militancia ferviente e idealista, la misma que llegó a su fin hace más de dos décadas, cuando desencantado me distancié del Partido para siempre.
En realidad mi primera participación en la acción política se remonta al primer año en la secundaria. Tuve la suerte de llegar al San Pedro en una época que los estudiantes habían alcanzado un altísimo nivel de organización, preparación y participación en el quehacer social de Chimbote. Y un grupo de dirigentes estudiantiles con notable talento político se reunía diariamente al final de las clases. Fui delegado ante el consejo directivo que aquel año presidió Fernando Collantes Díaz. El movimiento estaba centralizado a través del Frente Único de Estudiantes de Chimbote que dirigió Fernando Rabinez Zapatel. Yo tenía doce años de edad y aún no tenía filiación política, pero la mayoría de los dirigentes pertenecían a los diversos grupos comunistas en que se dividía la izquierda marxista. En mayo y junio participamos activamente en las jornadas de protesta que sacudieron Chimbote, y que tuvieron como saldo la muerte del trabajador siderúrgico Cristóbal Espinola Minchola y del estudiante Humberto Miranda Estrada.
En 1977 volví por segunda vez al Cuarto Año. Estudié con más ahínco y no tuve problemas académicos. Lo que más recuerdo de aquel año es que organizamos actividades para recaudar fondos e ir al Cuzco. Cerca de diciembre nos dimos cuenta que no teníamos suficiente dinero para el plan inicial y decidimos viajar a Arica. Contratamos un microbús y la tercera semana de enero de 1978 salimos con destino sur. En lo personal dos experiencias importantes ocurrieron durante el viaje. El sábado 21 amanecimos en Arica, visitamos el histórico Morro, e ingresamos al museo del lugar. En cierto momento me encontraba observando los restos de uniformes, armas y accesorios de los soldados peruanos inmolados en la batalla del 7 de junio de 1880, y de pronto me di cuenta que estaba llorando. Salí del museo un tanto confundido ante mi propia reacción. Con el tiempo entendí el dolor que nos dejó a los peruanos la Guerra del Pacífico, y la fuerza del sentimiento que nos une a la patria.
La otra experiencia fue más mundana. Viajando camino al sur llegamos a la ciudad de Nasca, aquí un compañero de estudios me preguntó: “¿Te apuntas para ir al sitio?”. Yo aún no había tenido mi debut, pero sabía que ocurriría más temprano que tarde. Recuerdo que cuando en el aula hablaba de política o fútbol pocos alumnos se interesaban en mi conversación, mientras que al fondo del salón “El Tusa” Vásquez relataba sus visitas a “Tres Cabezas” (1) rodeado siempre por un grupo grande de muchachos. Así que en Nasca fue mi primera vez. Me imagino que quedé conforme con la experiencia, pues al continuar el microbús con dirección sur en cada ciudad que paraba, yo, con un par de amigos imitábamos a los marineros que en cada puerto dejan un amor.
La otra experiencia fue más mundana. Viajando camino al sur llegamos a la ciudad de Nasca, aquí un compañero de estudios me preguntó: “¿Te apuntas para ir al sitio?”. Yo aún no había tenido mi debut, pero sabía que ocurriría más temprano que tarde. Recuerdo que cuando en el aula hablaba de política o fútbol pocos alumnos se interesaban en mi conversación, mientras que al fondo del salón “El Tusa” Vásquez relataba sus visitas a “Tres Cabezas” (1) rodeado siempre por un grupo grande de muchachos. Así que en Nasca fue mi primera vez. Me imagino que quedé conforme con la experiencia, pues al continuar el microbús con dirección sur en cada ciudad que paraba, yo, con un par de amigos imitábamos a los marineros que en cada puerto dejan un amor.
Eduardo, 1975
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En diciembre de 1978 concluí la secundaria, unas semanas antes había cumplido dieciocho años de edad. Al cruzar por última vez el portón del jirón Casma un importante capítulo de mi vida se cerraba. Atrás quedaban los salones de clase y sus pasillos; el patio grande de la formación y el busto de Túpac Amaru II con la inscripción de su respuesta al visitador Areche en 1781: “Aquí no hay más que dos culpables, tú por oprimir a mi pueblo, y yo por querer libertarlo”; la estatua de San Pedrito que don Juan Manuel Huamán Alegre erigió con sus alumnos en 1967; la vieja cancha salitrosa de fútbol donde tantas veces me trompeé e hice hombre a puño limpio; y el sonido de las olas del mar de Chimbote que aún en su distante ausencia me continúan acompañando.
Yo aún era un niño cuando escuchaba desde mi hogar la lejana sirena de la Gran Unidad Escolar San Pedro, y me ilusionaba saber que un día sería su alumno. Llegado el momento, por varios años caminé la casi media hora de distancia entre mi casa y el colegio, y porté su insignia sobre el costado del pecho donde late el corazón. Hace dos semanas cumplí once lustros de vida, y con los años uno aprende que el cariño por la escuela sólo crece con el tiempo. Éste es mi testimonio de gratitud para mi Alma Máter, profesores, y compañeros de estudios.
(1) Para beneficio de los lectores no familiarizados con el término, el siguiente relato del autor brinda mayores luces al respecto: LUCIÉRNAGAS DE LA NOCHE
(2) Aparecen en la foto de Enero de 1978:
De pie: Augusto Urdániga Loayza, Napoleón Alba Moreno, Jorge Luis Philipps Camacho, Profesor Juan Gomez Enriquez, Eduardo Quevedo Serrano, Jorge Vásquez Hanada, Máximo “Chopper” Campos Garván, William Méndez Pacheco, Víctor Patricio López, Narda Nuñez Flores, NN, y Jesús Rogger Lu Cruz.
De pie: Augusto Urdániga Loayza, Napoleón Alba Moreno, Jorge Luis Philipps Camacho, Profesor Juan Gomez Enriquez, Eduardo Quevedo Serrano, Jorge Vásquez Hanada, Máximo “Chopper” Campos Garván, William Méndez Pacheco, Víctor Patricio López, Narda Nuñez Flores, NN, y Jesús Rogger Lu Cruz.
Hincados: Julio César Alvarado Chávez, Godver Germán Almonacid Pucutay, Fernando Quevedo Serrano, Profesor Isaías Loyola Baca, Gaspar “Pichicho” Bejarano Valderrama, Francisco Aguilar, Oscar Urdániga Loayza, Gloria Blanca Villanueva Reyna, Carmen Calderón Rodríguez, y NN.
New Hampshire, USA
Diciembre, 2015
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Eduardo bello relato, aùn recuerdo esos desfiles escolares de gallardia, pundonor y donde mi hermano Paulo participaba.
ResponderBorrarUn abrazo grande Teresa, cariños para tu familia. Salúdame a mi buen amigo Paulo.
BorrarEduardo
Lindo relato Eduardo, tus relatos nos transbordan a nuestra infancia y regresamos al pasado en nuestros pensamientos. Linda epoca sana de espíritu.
ResponderBorrarAprecio tus palabras estimada Charo, gracias por visitar Confesiones a un Árbol. Un buen fin de semana.
BorrarEduardo
Me encanto el relato, se nota la picardia de los chicos del San Pedro.
ResponderBorrarSaludos.
Jaja... No sé a qué te refieres querida amiga.
BorrarRecibe un cariñoso abrazo.
Eduardo
Por fin llegó este relato sobre los días vividos en la GUE, colegio en el cual estudié también al igual que muchos de mis familiares y dilectos personajes de Chimbote. Has traído a mi memoria nuestros queridos y renombrados maestros que tuvimos la suerte de tener.
ResponderBorrarAprecio mucho el haber descrito en pocas palabras lo que representa la GUE San Pedro para nuestras vidas y las de muchos jóvenes que transitamos por sus aulas. La conciencia política y la realidad nacional de aquel entonces fueron los "cursos extracurriculares" que llevábamos en aquel entonces, muy distinto de la juventud escolar de hoy que sólo les preocupa cuál es la ropa o la discoteca de moda.
Mi estimado Eduardo alguna vez te conté que teníamos algunos paralelos en nuestras vidas y aquí se confirma, ya que además de la política, el estudiar en el mismo colegio como la GUE San Pedro también me fui de excursión a Tacna y aunque no debuté en Nazca si legué a parar en esa ciudad porque sufrimos un accidente de tránsito a la altura de San Juan de Marcona y nos llevaron al hospital de Nazca donde estuvimos un par de días y fuimos tratados de mil maravillas por la gente de esa ciudad quienes se solidarizaron con nuestra situación... eso es materia de escribir la historia completa en alguna oportunidad.
Muchas gracias Eduardo por este nuevo relato que me trajo grandes recuerdos.
Siempre aprecio mucho lo que escribes querido Alberto... y me encantan tus detalles relacionados a Nazca (... jajaja!!) Ojalá que podamos ver tu propia historia al respecto.
Borrar¿Sabes? Me encanta la charla que hace un instante hemos tenido en Facebook, y especialmente saber que don Jorge Teeven Vásquez también ha sido tu profesor favorito.
Un fuerte abrazo hermano,
Eduardo
Excelente relato estimado Eduardo felicitaciones, con orgullo me siento que hayamos compartido estudios secundario. Que sigan los éxitos.
ResponderBorrarUn abrazo grande hermano, gracias por la foto de Ica (Huacachina)
BorrarCariños para la familia,
Eduardo
EDUARDITO, LINDO RELATO COMO TODO LO QUE PUBLICAS ME ENCANTO TODOS LOS DETALLES QUE CUENTAS, Y TAMBIEN RECORDAR COSAS DE LA JUVENTUD DE NUESTRO HERMANO ROGER, MAS TARDECITO SE LO VOY A LEER A MI MAMA, MUCHAS BENDICIONES!!!
ResponderBorrarGracias Olguita, cariños por casa. Un beso para mi mami.
BorrarEduardo
Muy buen relato Eduardo. Los años estudiantiles que marcan una bonita vivencia de nuestra juventud que quedan impregnadas en nuestra memoria.
ResponderBorrarSaludos y un fuerte Abrazo Amigo.
Un abrazo grande Willy, hemos sido vecinos con tu colegio, el Politécnico Nacional del Santa. Las competencias y broncas... clásicos!
BorrarSaludos para la familia,
Eduardo
Hermoso relato como siempre,Eduardo!
ResponderBorrarGracias amiga.
BorrarUn abrazo,
Eduardo
Hola Eduardo, gracias por compartir este maravilloso relato, admirable...me ilustraste con tus travesuras de adolescente...pero lo que más me agradó fue tu valentía de expresar que fuiste militante fervoroso aprista y que por decepciones del mismo, hace dos décadas que ya no lo eres. Eres un gran hombre... Felicitaciones!
ResponderBorrarGracias Chana, aprecio tus palabras. Mi estimación siempre para ti.
BorrarUn afectuoso abrazo,
Eduardo
LINDO RELATO DE LA EDUCACION MEDIA COMO DECIAMOS ANTES, MIS HERMANOS EN TRUJILLO IBAN AL COLEGIO CON SU UNIFORME BEIGE, SUS GALONES, CRISTINA, CORBATA, ETC. Y LA CHICAS IBAMOS CON NUESTRO MANDIL DEL MISMO COLOR Y TAMBIEN JUMPER.
ResponderBorrarMUCHOS EXITOS PARA CONFESIONES A UN ARBOL.
Tienes razón Techy, yo también vestí ese uniforme en la primaria, y luego pasamos al Uniforme Único (camisa blanca, pantalón gris)
BorrarUn abrazo,
Eduardo
Nos haces recordar los Pueblos Jóvenes, con paredes de tripley y techo de eternit, a nuestros profesores, y los líderes estudiantiles, Collantes, Estrada, Castillo Mezzich y otros. En mi promoción 69, tomamos el nombre Julio Zorrillo del Águila. Aquél año fue lo de Minchola. El debate indirecto entre el sacerdote Bertino Otárola y el profesor de Economía. Huacrash Vega enseñando Inglés y Quechua.
ResponderBorrarFuimos de excursión 127 alumnos al Cuzco en caravana de cuatro vehículos.
Oh, perdona el entusiasmo, es que, repito, despertaste tantos recuerdos...
Saludos estimado Ed, bienvenido a Confesiones a un Árbol. Gracias por compartir tus propios recuerdos. Me quedo pensando si empezaste la secundaria en 1969, o la terminaste. Posiblemente lo último.
BorrarUn abrazo,
Eduardo
Eduardo:
ResponderBorrarAl leer tu relato van desfilando por mi memoria la gran plana docente de los profesores de prestigio que tuvo, y que posiblemente siga teniendo este histórico colegio o Gran Unidad Escolar San Pedro como el nombre del Santo Patrón de los Pescadores de Chimbote. Marco Merry Salazar Jácome un gran músico de Chimbote que supo darle renombre y éxito a este centro de estudios, y mucho más conocido por su arte en toda la ciudad, los otros que mencionas Luis Alva Yépez, Rodolfo Estefo Nique, José Gutierrez Blás, a quienes tuve el gusto de conocerlos por relaciones laborales y de quienes aún recuerdo sus rustros, especialmente a Pepe quien trabajaba en un diario conocido y en una oportunidad le ayudé a escribir unos relatos sobre los OVNIS, para las páginas de su diario, de Chatarrita Sagástegui también tengo un vago recuerdo, tiene una voz especial. Jajaja. Muy buena persona. Al Sr. Juan Manuel Huamán Alegre otra bellísima y noble persona, artista que llegó a administrar a todos los centros educativos de su Zona como Director del Núcleo 02.
Como no recordar los desfiles escolares donde siempre ustedes se llevaban el 1er puesto jajaja. Y nosotros los de otros colegios nos quedábamos picones jajaja, ustedes eran un clásico en aquel entonces pues tenían una excelente banda, hacían instrucción pre militar y eran muy estrictos y exigentes en todo!! La gran mayoría de alumnos de allí pasaban los exámenes de Admisión e ingresaban rápidamente a las universidades, y lógicamente recibían más ayuda del estado y sobresalían en todo, y además contaban con un gran equipo profesional que tenía mucho espíritu de trabajo.
Qué bueno que un equipo de colegio haya llegado a 1era división, en aquellos tiempos años 60, la juventud hacía mucho deporte porque no había la tecnología que existe hoy y nos consumen el tiempo, la colonización del ocio por el capitalismo vino más adelante.
Que interesante esa parte de tu vida, de tu adolescencia, donde con mucho fervor te dedicaste a leer los libros de política, y descubriste que te encantaban que lástima que no seguiste esa carrera, donde hay muy poca gente honesta, e idónea, nuestro Perú no tiene líderes para que lleve las riendas del país y lo transforme en una sociedad más justa e igualitaria. Hoy tal vez Tú podrías estar ocupando un lugar de esos!
Bueno querido Eduardito, esperamos más relatos y con ellos nos sigas transportando a nuestro querido Chimbote.
Muchos éxitos y saludos para tu linda familia y que tengas una feliz navidad! Un fuerte abrazo de tu amiga:
NARCISA.
Hola Narcisa, es un privilegio para mi que, entre los tantos quehaceres que en estos días te embargan, puedas encontrar tiempo para algo tan modesto como los relatos de Confesiones a un Árbol.
BorrarSúper interesante tu comentario, escrito desde el conocimiento y la experiencia que obtuviste a través de los muchos años que laboraste para la Zona de Educación de Chimbote.
Un cariñoso abrazo querida Narcisa, contar con tu amistad es una cosa buena que la vida todavía nos brinda.
Tu amigo,
Eduardo
No se como haces para recordar como una película el pasado allá por la década del 70, de los acontecimientos que sucedieron en el tiempo de colegiales en nuestra Gran Unidad, yo también recuerdo de ese gran profesor de historia universal Jorge Teevin, un excelente historiador, serio, corpulento, de ojos azules, de tez colorada más tirado a gringo, que tenía un escarabajo "muy muy", que será de su vida del profe.
ResponderBorrarTambién recuerdo a todos los profes que tu mencionas con sus virtudes y desaciertos. Felicitaciones amigo Eduardo, por hacernos revivir gratos recuerdos de nuestra adolescencia como estudiantes de la GRAN UNIDAD ESCOLAR "SAN PEDRO".
Un abrazo.
Hola Lucho, describes bien al profe Teevin, también recuerdo su carrito volkswagen (color verde) Fue un excelente profesor.
BorrarGracias por tus palabras, un abrazo hermano.
Eduardo
Mi querido amigo Eduardo, que gusto habernos transportado en el tiempo a través de tus relatos, años maravillosos vividos de la época mas resaltante de nuestra vida, la época de colegial, sin duda marca todo un acontecimiento de experiencias, anécdotas, el sentir de querer revivir momentos idos con la experiencia adquirida a través de los años.
ResponderBorrarExcelente relato promoción, me has hecho recordar situaciones conmovedoras y a compañeros que formaron parte de la familia Sampedrana.
Muchas felicidades Eduardo, que sigan los éxitos y un fuerte abrazo.
Hey Freddy, me alegra saber que has disfrutado el relato. Un abrazo grande promo, cariños para la familia.
BorrarEduardo
Buen relato por las aulas de la GUE San Pedro teniendo una vivencia inolvidable por los años de estudios, de compañeros, de viajes promocionales y lo más importante qué pasaste el gusto de hombre y de los profesores mencionados algunos han tenido historia en nuestro puerto y otros han tenido una vida diferenciada al resto.
ResponderBorrarUn abrazo y cuidate mucho.
Hola Pedrito, gracias por la atención, igualmente, lo mejor para ti. Cariños para la familia, y salúdame al profe Chalo Gutiérrez.
BorrarEduardo
Lindo relato, gracias Eduardo Quevedo Serrano, me transporta a mi niñez lo repaso detenidamente y me acuerdo aquellos ruidos de las olas del mar y su brisa. Mi profesor de mates Portella , Garro, Uribe, el teacher, Galarreta y otros más.
ResponderBorrarÉpocas áquellas que nos formaron el amor y respeto a la patria, a la docencia y muchos valores. Gracias G.U.E. San Pedro.
Gracias estimada amiga, comparto tus conceptos. Recibe un afectuoso abrazo.
BorrarEduardo
Hola Eduardo.
ResponderBorrarTe escribo estas líneas para darte las gracias por hacerme viajar en el tiempo para recordar los años maravillosos que vivimos en el mejor y emblemático Colegio de Chimbote el mismo que fue la G.U.E. San Pedro, quizás no menciones a algunos profesores como Correa que muchas veces nos esperaba con látigo en mano en la puerta principal a los que muchas veces llegábamos pasada la hora de ingreso y nos caía látigo, o al profesor Chino Meza quien también fue popular en aquellos tiempos.
No se si te acuerdas de un profe que nos tenía loco con el SER y NO SER, a mi me tocó compartir el aula con su hijo y créeme que tanto padre e hijo tenían el mismo pensamiento.
Una de las anécdotas que recuerdo era que varias veces perdía el José Gálvez y el profe Alva era su entrenador y nos tocaba con él lunes a primera hora, pero como había palomillas en el grupo de repente se les escapaba un comentario sobre el tema de la derrota y él nos sacaba el ancho con ejercicios y látigo en mano nos hacía arar e inclusive pedía las horas del profesor que continuaba en clase para seguir con la tortura y vomitábamos de cansancio y el seguía.
Asimismo no se si te sucedió pero cuando muchas veces nos evadimos por la cancha de futbol hacia la playa y salíamos al exterior por debajo de las paredes pre fabricadas cual si fuéramos topos y la policía escolar nos seguía y corríamos hacia el rompeolas del muelle cercano al colegio y habíamos estudiado que de cinco olas cuatro reventaba en el muro y una no, y así sacábamos ventaja de dichos policías escolares y cruzábamos el muelle y ellos no.
Bueno de verdad fueron años maravillosos y te felicito por contribuir con que tus lectores conozcan la historia de nuestro pueblo y el reconocimiento de gente que destacaron en la época y que siguen destacando actualmente.
Gracias me alegraste el día hoy será un gran día para mí.
Un fuerte abrazo fraterno para ti mi recordado amigo y saludos a tu esposa e hija.
La próxima vez que vengas a Lima no te olvides de llamarme al 995919278 para compartir unos minutos si tuvieras tiempo.
Grande como siempre mi querido Jhonny, gracias por compartir tus propias remembranzas con todos los lectores de Confesiones a un Árbol.
BorrarSí recuerdo al profe Correa (“Cueto”); igualmente a Vega Huacrash (“Masca Fierro”), él dictaba varios cursos pero a mi me enseñó Economía Política, su hijo también estudió conmigo un año. “El Chino” Meza me enseñó Química.
Suerte promo, cariños para la familia, cuando visites Cinco Esquinas salúdame a los amigos del barrio.
Un abrazo,
Eduardo
Mi querido Eduardo, grande eres, por la sencillez y humildad con que narras las evidencias vividas en la GUE SAN PEDRO combinando tu historia personal como adolescente estudiantil con lo que representa amar a los profesores y la casa de estudios que nos inculcó sabios conocimientos, enseñanzas, "escuela" y ahora al revivir tu pasado que, como todo escritor, uno lo tiene atado como un nudo en la gargante y quiere sacarlo fuera.
ResponderBorrarMe gustó mucho porque de verdad no si se no lo recuerdo o nunca lo supe que un "Niño" tan estudioso, inteligente y emprendedor como tu, hubiese repetido un año de estudios en la secundaria cuando siempre vi,muchos honores y diplomas tuyas en casa. En fin todo tiene su explicación, como ya lo has mencionado del "porque de eso".
Es muy cierto y hasta hoy se repite en la cabeza de todos y C/U de los seres que detestamos las injusticias, aquello que dijo Túpac Amaru II con la inscripción de su respuesta al visitador Areche en 1781: “Aquí no hay más que dos culpables, tú por oprimir a mi pueblo, y yo por querer libertarlo”.
Está precioso lo que has narrado en esta vez y solo quise sugerir que: en la parte del relato que dice: “En mayo y junio participamos activamente en las jornadas de protesta que sacudieron Chimbote…” sería bueno, si asi lo considerares, que le añadas el año 1976; así no perdemos la ilación del tiempo calendario, al leer. Un gran abrazo!
Hola Nelly, gracias por tus palabras. En realidad el añadido "1976" que sugieres tendría que ser "1973", pues ese párrafo completo refiere al activismo del movimiento estudiantil cuando yo estaba en Primer Año de secundaria. Y al empezar el relato precisé que inicié la secundaria en 1973. Año, también, que Ely Colmenares y tú fueron bien activas en el colegio Santa María Reina y estuvieron en el Consejo Estudiantil.
BorrarUn abrazo, cariños por casa.
Eduardo
Hola estimado EDUARDO QUEVEDO SERRANO, las felicitaciones del caso por tan ameno relato. Me he deleitado mucho con su magnífica narración (que dicho sea de paso no es novedad en su persona) de aquellas vivencias escolares transcurridas en tan maravillosa época, como es nuestra adolescencia. Y se lee más interesante aún cuando lo escribe un "chico" de la G.U.E "SAN PEDRO" (jeje), la cual tuve la oportunidad de conocer más o menos por esos años porque allí estudiaron también mis tres hermanos. Y era todo un orgullo estudiar en la "GUE" como lo llamaban mis hermanos.
ResponderBorrarVuelvo a recalcar me gustó mucho, lindo testimonio de gratitud a su alma mater, a sus profesores y sus compañeros de estudios...
Un abrazo estimado y admirado EDUARDO QUEVEDO que DIOS lo acompañe siempre. Bendiciones para Ud. y su querida familia!
Gracias Nena por tus palabras y especialmente por tu amistad. Saluda de mi parte a tus hermanos. Lo mejor para ti & los tuyos. Te dejo un afectuoso abrazo.
BorrarEduardo
Ya se nos ha hecho costumbre leer tus historias literarias donde nos transportas al pasado y nos haces recordar muchas lindas vivencias... Conocí a muchos de los profesores que nombras porque yo iba al colegio San Pedro con mi mamá a averiguar las notas.....
ResponderBorrarSigue con tus historias, cuando las leemos nos ponemos sentimental y recodamos cada detalle que tu pluma escribe.
Gracias Mary, muchas felicidades por Alemania, disfruta la visita de la familia.
BorrarAbrazos,
Eduardo
Excelente relato amigo Eduardo!!! Cómo olvidar aquellos años maravillosos que pasamos en la infancia en la época escolar. Sólo de ver la insignia, me emocionó, cuantos recuerdos vividos.
ResponderBorrarCuando iniciamos la secundaria, acuérdate Eduardo que se implantó el uniforme único y mis hermanos mayores Jorge y Julio aún usaban el uniforme caqui. También se inició como mixto, por que antes era exclusivo de varones; cómo olvidar la rivalidad con el Politécnico, en la época de desfiles y por la supremacía por ser cual es el mejor colegio de Chimbote en esa época. ¡ San Pedro .por supuesto! como olvidar los insultos de la competencia " Sampedrano c.. con grano!" jajaja.
Como olvidar el pueblo joven y sus aulas de triplay, llena de huecos para mirar a las alumnas mas guapas y que ahora recuerdo con mucho cariño y respeto y que dicho sea de paso, nunca supe mas de ellas: Isabel Chuquipoma, Narda..,"La muñeca" que vivía por la Av. Pardo, Nina, la "Chimpecuecho" (eramos muy buenos para la sana palomillada), Teresa Nuñez, Yauri, la hija del profe Rodolfo Estefo, etc.
Me hiciste recordar grandes profesores, muchos de lo que ya mencionaste: Portellita de Inglés; El "Cholo" Abanto o Murakami, de Matemáticas; Mendoza, de Biología y Anatomía; "El negro" Ascona, de E. Física; Quiroz de Física; "El Camellito" Loyola de Geografía; El Director que no recuerdo su nombre pero era muy querido y conocido como "Caldo de Habas" jajajaaja. Un profe gringo de Religión Shea; Ampelio Sagástegui, de Histora; Frank Suarez también de Historia y que era bien "verde" ; etc etc.
Gracias amigo, por tantos recuerdos evocados. Un gran abrazo y ojalá que algún día sea posible un reencuentro con grandes amigos como tú y de esa época y que ahora son grandes personas.
Dios te bendiga
Hola Bernardo, gracias por compartir tantos evocadores recuerdos de nuestra Alma Máter, los mismos que enriquecen el presente relato. “La Muñeca” que vivía cerca al entonces Coliseo Chimbote (de las actuaciones folclóricas) se llamaba Gladys Muguerza, y nuestro Director “Caldo de Habas”, fue Ceslao Oyanguren Contreras.
BorrarSaludos para toda tu familia, y cuando visites el barrio salúdame a las amistades. Un fuerte abrazo.
Eduardo
Hoy diríamos los que vivimos el terremoto del año 1970 en Chimbote, que todos los Centros Educativos de entonces sus aulas eran de material recuperable, sin embargo considero que lo trascendental de tu relato está en la manera como envuelves o involucras a tus lectores en tu historia, y parece que todo fue ayer. El simbolismo de la amistad y lo más importante que ahora podrían llamarlo es un Colegio emblemático en nuestra ciudad. Lo dice alguien quien estudio en otro Centro Educativo.
ResponderBorrarContinúe usted amigo en esa cadena de éxitos en la literatura.
Un fuerte abrazo.
Un abrazo grande Bernardo, gracias por tus generosas palabras. Igualmente hermano, que continúen también los éxitos por tu lado.
BorrarUn abrazo,
Eduardo
Grande Eduardo, excelente relato y una manera maravillosa de rendir homenaje al lugar que te cobijó durante el aprendizaje de tus primeras letras y lecciones que sólo con el tiempo entendemos su verdadera enseñanza. Felicitaciones nuevamente Eduardo. Un fuerte abrazo y saludos a tu familia.
ResponderBorrarPd.: Es inevitable comentar sobre tu "experiencia mundana" sobre todo cuando la fotografía de la Huacachina (Ica), que aunque deteriorada por el paso del tiempo, refleja un gesto de inmensa satisfacción en tu rostro jajajaja...
Jajaja amigo, qué bandido eres! Gracias por escribir.
BorrarÉxitos en tu salón, cariños para la familia.
Eduardo
Un hermoso relato fiel a tu estilo, al empezar a leer, de principio a fin no paré hasta terminar. Gracias Eduardo por tan bella historia, cuídate mucho.
ResponderBorrarSaludos desde Tampa-Florida, USA
Víctor Santana
Gracias Víctor, un abrazo de hermano. Ya se viene el invierno, ojalá que no sea muy duro en la parte donde vives.
BorrarLo mejor siempre para ti,
Eduardo
Hermoso relato amigo, me emocioné mucho al leerlo, sobretodo porque fui parte de la linda experiencia de nuestro viaje de promocion, te sirvio de mucho creo el contactarte con Julio Alvarado, me siento satisfecha de haber contribuido en algo para recordar parte de nuestra etapa estudiantil en nuestra Alma Mater, nuestra querida GUE SAN PEDRO.
ResponderBorrarDIOS te bendiga Eduardo eres genial, un abrazote a la distancia y ojala continues con mas hermosos relatos, saludos a tu hermosa familia.
Muchas gracias Narda por tus palabras y por tu apoyo. Efectivamente, me contacté con Julio, él me consiguió la fotografía de nuestro paso por Ica (rumbo al sur)
BorrarUn abrazo grande promo y muchas bendiciones!
Eduardo
Esta muy interesante, estoy recordando aquellos tiempos del colegio, muy gratos, de los profes, y los compañeros de esa epoca, no te pude averiguar a tiempo el nombre de Pichicho, pero te comento que lo encontré, estaba en Espinar en la cuadra cuatro, y escuché una voz que me decia “Almonacid Pucutay”. Coversamos por un momento. Veo que averiguaste su apellido, es Bejarano, igual me lo dio: Bejarano Baltodano.
ResponderBorrarSaludos
Hola Godver, me alegra mucho volver a saber de ti. El día anterior a la publicación del relato me vino de golpe a la mente el apellido de "Pichicho". Si lo vuelves a ver dale mis saludos.
BorrarUn abrazo grande para ti,
Eduardo
Hola Eduardo te escribo desde Bs. As. Argentina, felicitaciones por la interesante crónica, los detalles y argumentos que narras me transportaron a mi ciudad donde nací, crecí, y me desarrolle. Te cuento mis primeros años de estudios lo realice en la escuela PRIMARIA 329,donde también tengo gratos recuerdos.
ResponderBorrarNuestra gloriosa G.U.E. San Pedro, un colegio de prestigio y reconocido por la comunidad de Chimbote, cuna de grandes talentos en lo académico, social, político y por su puesto en el Fútbol, como no recordar a nuestro profesor de educación Física Luis Alva, la verdad Eduardo en tu excelente crónica me hacer vivir y recordar lo mas maravillosos recuerdos de mi trajinar secundario a lado de los docentes que con gran actitud lo mencionas a cada uno de ellos.
Ingrese a estudiar en el año 1972, soy egresado de la promoción 1977, tal vez me puedas recordar porque tuve el orgullo y privilegio de ser el Brigadier General cuando cursaba el quinto año.
Bueno Eduardo que sigan los éxitos. Abrazos
Felipe Falla
Mail: felipe.es@hotmail.es
Blog. kausas Justas
Hola Felipe, muchas gracias por escribir y compartir con nosotros tu orgullo sampedrano. Éxitos por Argentina, cariños para la familia.
BorrarUn abrazo,
Eduardo
Hola Eduardo, lei en Confesiones a un Arbol la historia de Los Rumbaneys, en relacion a Cortez Belepú me transportaste a mi niñez pues yo tambien, cuando tocaban en sus ensayos, estaba siempre presente dado que éramos amigos del hermano menor (de nombre Raul) de German Electo. Cuando dejaban los instrumentos tocábamos a escondidas con Raul. Tal es asi que aprendí a tocar la guitarra. Era la novena cuadra de Olaya, otros tiempos donde todo el vecindario éramos como familia.
ResponderBorrarTambien debo decirte que la vivencia en la G.U.E "SAN PEDRO" es exactamente lo que nos pasaba a todos quienes compartimos esos maravillosos años.
Un abrazo y avisa cuando estés en PERÚ.
Saludos ERASMO PUPUCHE.
Hola Erasmo, gracias por compartir tus propios recuerdos. No sé si estarás por Argentina o en el Perú. Saludos para las amistades de tu cuadra. Recuerdo mucho a los Nolasco del negocio cerca a tu casa, también la pastelería cerca a los Electo, y desde luego a tus hermanos.
BorrarUn abrazo,
Eduardo
Hola Eduardo,un gustazo como siempre leer tus relatos,los cuales traen muchos sentimientos encontrados.
ResponderBorrarUn fuerte abrazo y saludos.
Johnny
Estimado Eduardo, es grato volver a saber de ti mas de 38 o mas años, fuimos compañeros de estudios 1 o 2 años mas, ya no recuerdo bien; me has hecho recordar una de las etapas mas bellas y memorables de mi existencia. Te contare que mis hijas siempre me preguntan, Papito, donde están tus amigos, mis verdaderos amigos se quedaron en el otrora Primer Puerto Pesquero del Mundo, Nuestro querido Chimbote . Yo vivo hace 39 años en Lima, allí estudie Ingeniería Industrial, me case con una Limeña e hice mi vida familiar hasta hoy. Pero si algo tengo que agradecer a Dios, es la oportunidad de haber nacido en nuestra tierra querida y haber estudiado en uno de los Colegios Emblemáticos mas prestigiosos del Norte del país, te diré que con solo la formación académica recibida en la G.U.E. "San Pedro", fue suficiente para ingresar a la Facultad de Ingeniería de la PUCP, en el año 1979 y luego en la UNI. De nuestros queridos profesores me acuerdo del Profesor Espinoza " La Flaca", que con sus percentiles ortográficos y sus pruebas de ortografía, me ha servido para corregir a cuantas secretarias y asistentes que he tenido en diversas empresas a las cuales he dirigido, La Flaca calificaba con notas de 11 a 20 y debajo de 11, indicaba como nota 05, y esto significaba que tenias que recibir una sonora cachetada; recibí una vez una cachetada pero me sirvió también para ganar en mas de una oportunidad el premio; que eran las obras literarias que el compraba con los aportes de sus alumnos. También recuerdo lo valientes que eramos los alumnos del 4to. y 5to. de secundaria, cuando nos enfrentábamos apuño limpio a los policías de la Guardia de asalto, cuando teníamos que respaldar los derechos de los Pescadores y siderúrgicos, en ese entonces, yo he visto como pasaban las balas por nuestras narices y también he visto cuando balearon al Dirigente Espinola Minchola, que tiempos aquellos.
ResponderBorrarTambién recuerdo los palomillas que eramos; sobre todo cuando era la hora del recreo y saboreábamos los potajes que consumíamos en el Kiosko (que se encontraba en el patio del colegio )y en el cielo aparecían una lluvia de platos, hasta que aparecía el Auxiliar el c..on Alcides y nos llamaba la atención. Asimismo cuando habían desfiles por la semana cívica de Chimbote y estábamos formando junto a nuestras amigas del vecino Colegio femenino que ya no recuerdo su nombre, y las faldas de nuestras amigas se levantaban, de manera simultanea; como tu lo has dicho eramos palomillas sanos.
Por otro lado, te felicito por tu venia literaria, ¿cuantas cachetadas habrás recibido tu de la "Flaca"?. Te diré, también que yo termine el año 1977 y me toco ser Tesorero de la promoción, y cuando íbamos a contratar a los Pasteles Verdes, nos detuvo seguridad del estado, yo estaba en ese momento con el "Negro" Mujica y el "Tufo", nos pusieron contra la pared y nos llevaron a la comisaria; allí nos encerraron, nos confundieron, pero esto sirvió para definir la carrera del "Negro", se que es Policía, no le he vuelto a ver, desde ese entonces.
Te agradezco de mucho corazón, la oportunidad de volver a recordar esos momentos muy gratos de nuestra vida, ojala nos volvamos encontrar........Un abrazo......
Eduardo: es muy grato para mi a estas alturas de nuestras vidas, saber algo de un compañero mas de la época mas inolvidable de nuestras vidas, la época compartida en la GUE San Pedro, Quizá no debes recordar mucho de mi, pero si éramos amigos, recuerdo tu gran personalidad para y estilo propio para hablar, tal vez recuerdes alguno del grupo que andábamos juntos en el colegio, aquí te los menciono, el negro Manuel Garboza Bustamante, Freddy Rodriguez Salinas, Justo Chinchayan Garcia, y algunos mas que se me escapan de la memoria, por cierto yo terminé en el Quinto C.
ResponderBorrarHa sido un enorme orgullo de saber de un sanpedrano mas, y sobrotodo quiero felicitarte por tu gran aporte a la cultura y arte que hicieron y siguen haciendo muchos sampedranos, Que el exito y la felicidad te acompañe Eduardo. Un Abrazo
Eduardo felicitaciones por la narrativa, grandes recuerdos, apasionada remembranza, orgullosos de ser SAN PEDRANOS.
ResponderBorrarLa Promo 74 se reune el dos de diciembre en Lima
Arriba San Pedro, Viva Chimbote, Arriba Perú
Eduardo felicitaciones por la narrativa, grandes recuerdos, apasionada remembranza, orgullosos de ser SAN PEDRANOS.
ResponderBorrarLa Promo 74 se reune el dos de diciembre en Lima
Arriba San Pedro, Viva Chimbote, Arriba Perú