EL "LOCO" CATITA DE CHIMBOTE
Natalia Romero y su esposo Fernando Na-
varrete, junto a “Catita”. Año 1980 (FOTO:
Cortesía de la familia Romero Bernuy)
|
“¿Cuánto te has sacado en tu paso?”. O, para ser más exacto: “¿Cuato te a tacao tu pato?” me preguntó “Catita” aquel mediodía de 1971. Los alumnos de la Escuela Primaria Nº 3151 de San Isidro habíamos salido a nuestras casas para almorzar y luego regresar a la segunda parte del doble turno de aquellos tiempos. Y ahí estaba él, parado en la esquina de la avenida Aviación y la calle Huáscar, con su saco de cuadernos en la mano y repitiendo la misma pregunta a cada estudiante. Fue la primera vez que me habló, aunque yo ya lo conocía porque él, para entonces, era un personaje ampliamente popular en los barrios del puerto de Chimbote.
Inés Romero Bernuy tenía catorce años de edad cuando el 19 de marzo de 1963 arribó a la estación general de trenes del jirón Olaya de Chimbote. Llegó con toda su familia. Sus padres habían decidido mudarse desde Sihuas a este puerto para que sus siete hijos pudieran realizar sus estudios secundarios. Cargaron sus bultos y se dirigieron a la casa nueva, ubicada a cuadra y media del terminal del tren: la novena cuadra del jirón Pizarro. Con ellos vino también “La Muruquita”, una buena mujer que vivió con la familia desde que tuvo doce años de edad.
Doña América Ramírez Mattos, mamá de
“Catita”, en su casa del barrio La Victoria
de Chimbote. Año 2015
|
El 26 de septiembre de 1950, en una humilde vivienda que hoy corresponde al lote A 17 de la calle San Martín en el barrio 12 de Octubre, doña América Ramírez Mattos dio a luz a un bebé varón, sería el primero de un total de ocho varones y cinco mujeres que con el tiempo llegaría a tener en sus dos compromisos. El bebé primogénito recibió el nombre y apellido de su padre, don Federico Castro. Su nombre completo fue Federico Juan Castro Ramírez, pero en las calles de Chimbote todo el mundo lo llegaría a conocer, simplemente, como “El Loco Catita”.
Con anterioridad a aquel mediodía de 1971 había visto a “Catita” por distintas partes de Chimbote, pero en forma especial y más seguido lo veía en la novena cuadra de Pizarro. Mi padre tenía un depósito de gaseosas y cerveza, y con mis hermanos mayores manejábamos un triciclo para surtir los negocios de los barrios vecinos. Era así que llegábamos con regularidad a esta cuadra de Pizarro para atender los pedidos de la tienda de los Mujica Chávez, la cual quedaba junto a un taller de planchado de autos que, a su vez, también era sede del conjunto rítmico Los Beltons de don Ángel Laguna Ruiz; “Catita" frecuentaba ambos lugares, con su saco de cuadernos en la mano y llevando con el pie el ritmo de la música de los “chancalatas”.
Poco después de su arribo a Chimbote, Inés empezó la secundaria en el colegio Inmaculada de La Merced ubicado, en ese tiempo, en la primera cuadra del jirón Alfonso Ugarte. Y un buen día de 1963 “Catita” irrumpió en la formación escolar. Algunas alumnas corrieron de miedo pero Inés no se asustó, pues ambos ya eran amigos. Se habían conocido en la novena cuadra de Pizarro. Entonces, “Catita” tenía trece años de edad y con la familia de Inés había iniciado una amistad que con el paso del tiempo devendría entrañable.
Calle San Martín del barrio 12 de Octubre
de Chimbote. “Catita” nació en una
vivienda que hoy corresponde a la casa
color celeste. Foto: 2015
|
“Catita” fue un bebé sano cuando nació, pero al año se enfermó con meningitis, mal que le generó un retraso mental que marcaría su vida para siempre. Creció y se hizo adulto, aunque en realidad nunca dejó de ser un niño. No hizo estudios primarios y a los diez años dejó su casa y salió de vagabundo por las calles de Chimbote. Poco tiempo después se estableció en la novena cuadra de Pizarro, sin embargo este hecho no alteró su índole de caminante pertinaz. Los rigores del clima nunca amilanaron el paso ligero de sus pies descalzos y encallecidos.
Como suele suceder en muchos pueblos, Chimbote ha tenido diversos “locos”, pero “Catita” fue mi favorito. Siempre me fascinó su vida. Incluso, en la secundaria escribí una breve composición sobre él con motivo de una tarea escolar. Lo recuerdo alto, moreno, de barriga y trasero prominentes. Un niño grande con lenguaje limitado a frases cortas, pero amigable y profundamente interesado en libros y cuadernos. Se apostaba a la entrada de las escuelas y a los estudiantes les pedía un cuaderno, o les preguntaba por sus exámenes. Fue el "loco" más bueno que he conocido en mi vida, inocente en el buen sentido de la palabra, y tierno como el pan recién salido del horno.
Alfonso Romero Bernuy ayudando a
“Catita” a bañarse. Año 1983 (FOTO:
Cortesía de la familia Romero Bernuy)
|
La novena cuadra de Pizarro fue su casa, pero la vivienda de Inés fue su hogar. En esta casa diariamente recibía comida y atenciones. Realizaba su aseo personal e, incluso, la familia le rasuraba y cortaba el cabello. También dormía aquí, aunque a veces lo hacía en la vereda del otro lado, frente a la casa de doña Blanca Ascoy de Martínez, siempre sobre cartones, pues nunca aceptó colchones. La familia de Inés vio por su salud cuando se enfermaba. Debido a su vida de vagabundo en ocasiones regresaba a casa con heridas y una vez lo hizo con el brazo roto, los vecinos propiciaron una colecta y reunieron el dinero para su curación en el hospital La Caleta. Un día de 1972, doña América, su mamá, quiso llevarlo de la novena cuadra de Pizarro a su casa del barrio La Victoria, pero “Catita” rehusó la propuesta materna.
“La Muruquita” es un personaje importante en esta historia. Su nombre fue Humberta. Vivió con los Romero Bernuy desde niña hasta el final de su existencia, ayudaba en los quehaceres domésticos y la crianza de los hijos y nietos. En cierto punto de su vida fue bautizada y adoptó los apellidos de don Abraham Romero Cadenillas, padre de Inés. Interesante es saber que “La Muruquita” fue sordomuda, y en sus horas de complicidad con Inés crearon su propio lenguaje de señas para comunicarse. Así, “La Muruquita”, Inés y su nuevo “lenguaje" facilitaron no sólo la comunicación con “Catita”, sino también la gran amistad que se estableció con toda la familia.
Cuando “Catita” era un niño, en su barrio inicialmente lo llamaron “Castrito”, en alusión a que llevaba el nombre y apellido de su padre, don Federico Castro. No faltaron vecinos que para provocar una respuesta le preguntaban, “¿cómo te llamas?”. Y el buen Federico junior tratando de decir “Castrito”, en su media lengua respondía “Catita”. De esta manera nació el sobrenombre de “Loco Catita” con el que se le conoció en todo Chimbote.
Cementerio Divino Maestro de Chimbote.
“Catita” descansa en paz en el Pabellón
Santa Lucía A-13. Foto: 2015
|
“Catita” fue un niño grande hasta el final sus días, dedicó su vida a coleccionar cuadernos, llegando a tener unos cuarenta sacos repletos de éstos a los que arrancaba las hojas escritas y conservaba las blancas. Los almacenaba al fondo del corral de la familia de Inés. Aparte de la obsesión por los cuadernos, hay un lado poco conocido en la vida de “Catita”: en casa de Inés ayudaba con puntualidad haciendo mandados, como la compra de panca y alfalfa para los cuyes. Lavaba su plato y ordenaba los cartones donde dormía. Se ofrecía a cargar bultos del mercado. Y de aquí llevaba comida para “Rinti” y “Tina”, dos perros que había en la casa, los cuales le amaron mucho. “Eto pa’ la pela” (“Ésto es para los perros”), decía siempre. Fue conocedor del buen café y lo disfrutaba diariamente. Como por lo general no reía, usaba este detalle para “canjear” carcajadas por café.
Novena cuadra del jirón Pizarro de
Chimbote. Foto: 2015 |
Un día de 1996 los Rodríguez Montes, parientes y vecinos de Inés, tuvieron la necesidad de construir su casa y este proyecto incluía el área donde “Catita” almacenaba sus cuadernos, razón por la cual fueron removidos del lugar. Lamentablemente, “Catita” se resintió y distanció de la casa de Inés y de la novena cuadra de Pizarro… aunque volvía siempre para disfrutar de un buen café. Tres años más tarde falleció. Dejó este mundo el 28 de marzo de 1999 atropellado por un taxi “Tico” en la avenida Pardo de Chimbote.
Estuve en Perú hace unas semanas, y aproveché mi estadía en Chimbote para ir al cementerio Divino Maestro a dejar un cuaderno para “Catita”. Al antiguo caminante descalzo lo encontré descansando en el pabellón Santa Lucía A 13. Me dio mucha alegría volver a estar cerca de él. Pude conversarle y rezar una oración. Sentí que la inscripción de su lápida era perfecta: “Yo no he muerto, sólo estoy dormido, moriré el día que dejen de venir a verme”.
Al finalizar estos apuntes, dejo aquí una inquietud: ¿Sería posible que las autoridades de Chimbote declaren la fecha del nacimiento o fallecimiento de “Catita” como “El Día del Cuaderno”? Y, tal vez, alguna institución tutelar podría recolectar cuadernos ese día para destinarlos a algún pueblo joven o escuela que los necesite. Más que el valor material de la iniciativa preservaríamos el valor moral de aquel "loco" nuestro: estudiante eterno que en la puerta de las escuelas nos pedía un cuaderno, o nos preguntaba “¿Cuato te a tacao tu pato?”.
AGRADECIMIENTO ESPECIAL a la familia Romero Bernuy y a Katty Sandoval Ríos por su invaluable ayuda para poder escribir esta historia.
New Hampshire, USA
Septiembre, 2015
NOTA:
Si deseas dejar un comentario ten en cuenta lo siguiente: debajo del recuadro para los comentarios aparece una opción que dice “comentar como”. Acá sólo debes seleccionar la opción que dice “nombre” y en este recuadro escribe tu nombre (Deja el recuadro URL en blanco) Si todo esto te parece muy complicado, entonces escribe tu comentario en un e-mail y envíalo a: edquevedo@yahoo.com
Los comentarios van primero al Editor, antes de ser publicados.
EDUARDO:
ResponderBorrarUna vez más nos sorprendes con otra emocionante y tierna historia de vida, que nos conmueve porque en ella estás rememorando a uno de los personajes, que de alguna forma se destacaron o sobresalieron en nuestro querido Chimbote con pequeñas y simples acciones, pero que a lo largo de la historia marcaron tendencia.
El caso de CATITA a mí en lo personal me conmueve, porque fue un niño que no tuvo asistencia médica de inmediato, razón por lo cual adquirió ese terrible mal, que no lo dejó crecer ni desarrollarse como un ser humano normal, sin embargo pudo expresar en todo momento a lo largo de su corta vida su deseo de ESTUDIAR, cuando te interrogó a ti y a todos los alumnos que se le cruzaban:
“Cuánto te has sacado en tu Paso”
“El saco de cuadernos en la mano, que lo acompañaba todo el tiempo”
“Arrancar las hojas en blanco de todos los cuadernos”
La otra parte de elogiar es a esta admirable familia Romero Bernuy que lo cobijó, lo protegió, lo alimentó y ayudó a mantenerse sano en su estilo de vida y lo consideró un miembro más de su familia.
Y la parte que me indigna: Cuando mencionas que se rompió el brazo y ¡Los vecinos hicieron una colecta para que se curara en el hospital La Caleta! demostrándonos con esto la ausencia del estado en un área muy importante como es la salud, en un puerto inmensamente rico como lo era y lo sigue nuestro querido Chimbote, donde toda la niñez debería tener la prioridad en atención totalmente gratuita.
Esperemos que tu propuesta tenga aceptación por parte de las autoridades de Chimbote, y en algunas de las fechas tanto de nacimiento o muerte se recuerde a ¡CATITA! El niño que tuvo el deseo profundo de estudiar y no lo pudo hacer por las limitaciones que le provocó esta terrible enfermedad.
Te deseo mucho éxito en tu brillante carrera de escritor y muchos saludos para tu esposa e hija.
Un abrazo de tu amiga
NARCISA.
Hola Narcisa, gracias por tu lectura querida amiga, gracias también por tus palabras. Una de las cosas más gratas de cada publicación de Confesiones a un Árbol, es saber de tu buena amistad y apoyo a mis escritos.
BorrarUn fuerte abrazo, cariños por casa
Eduardo
Yo tambien lo conoci mucho, el decia “cuadeno" y le dabamos un cuaderno, como bien dice tu relato el andaba siempre con cuadernos, en su mente estaba ir a la escuela pero ya Dios lo tiene en su gloria, a mi me marco x ke la gente le tenia como miedo. Era alto y cuando le daban comida se alegraba. Nosotros lo recordamos mucho.
ResponderBorrarHola Nelly, ¿cómo estás? Has vivido en la cuadra ocho de Pizarro y, por esa cercanía, conocido bastante a “Catita”. Gracias por escribir querida amiga.
BorrarUn abrazo,
Eduardo
ESTIMADO ED:
ResponderBorrarNuestro admirado Eduardo Galeano, solía decir, "los científicos dicen que somos de átomos, pero también somos de historias", he aquí la historia de un hombre bueno escrita por un hombre extraordinario, es la narración tierna de quien detuvo sin querer su crecimiento en razonamiento, pero no la grandeza de su sentir."Catita", pertenece a esos personajes que trazaron las crónicas de nuestra ciudad, pero, antes que pasen a los álbumes del olvido, siempre está Eduardo Quevedo, para rescatarlos y en unas elegantes y rigurosas prosas, dejar constancia de sus `presencias activas e inquietas.
Una nueva entrega que solo ratifica tus dotes literarias y reafirma tus virtudes de excelente escritor.
Recibe un abrazo con cariño y admiración.
Ro.
Estimado Rolando, agradezco tus generosas palabras para conmigo, y también para el personaje de estas líneas, el buen “Catita”. Guardo una mesurada esperanza que la humilde propuesta hecha al final del relato sea acogida por las autoridades de Chimbote o, en todo caso, algún sector de la población.
BorrarUn abrazo,
Eduardo
Siiiiiiii yo también lo recuerdo cuando pasaba x el barrio Jajaja jaja gracias amigo Edu, lindos recuerdos…. Muy buena tu propuesta Edu sería genial ''Dia del cuaderno”, y recolectar cuadernos para las escuelas que más necesitan, fantástico...ya a ponerse en campaña, bendiciones…
ResponderBorrarSusana Rodriguez
Hola Armilda, gracias amiga por escribir y gracias también por tu entusiasmo. Ojalá sea tomada en cuenta la sugerencia del Dia del Cuaderno.
BorrarCariños para toda tu familia!
Edu
El loco Catita...buena inspiracion como para relatar un libro... conoci al loco Catita... un hombre muy tierno... paraba en el templo del 21 de abril en la dulce compañia del padre Juanito Davis...
ResponderBorrarHola Marleny, gracias por tu lectura y también por escribir.
BorrarSaludos para la familia. Un afectuoso abrazo,
Eduardo
Bonita historia, yo también conocí a catita, y no sabía que ya había muerto, que pena, era un niño grande que nunca le hizo daño a nadie, lo felicito por su historia. un abrazo
ResponderBorrarEstimado Manuel, bienvenido a Confesiones a un Árbol. Gracias por tus palabras. Un abrazo,
BorrarEduardo
Mary de Alemania
ResponderBorrarQuien no recuerda a Catita... con todos sus detalles fisicos que lo nombras... El no era un loco agresivo, sino sencillo y humilde....a mi tambien me preguntó cuanto me saqué en mi examen.... Que lindo fue leer sobre su vida, solo aquí pude enterarme que fallecio pues yo no sabia al respecto...y que lindo seria organizar el proyecto Dia del Cuaderno. Alli estare presente!!!!!!!
Hola Mary, gracias por escribir y gracias también por tu entusiasmo. Cuídate, y que pronto te recuperes de tu accidente.
BorrarAbrazos,
Eduardo
Retrocedi el tiempo..... Conocí a CATITA, ignoraba todo de su vida y muerte y siempre estaba en mis recuerdos de niña, con su inocencia, su dulzura y disposición para el estudio ..... Los niños lo hacían bailar en un pie por un cuaderno y yo siempre le hacia preguntas porque me agradaban sus respuestas de lenguaje infantil y preocupación por saber si tenías buenas calificaciones, en más de una vez le estrechè sus gruesas manos y particularmente usaba la frase de CATITA para decirle a mis hermanos " ia me voy a mi codetio" y ellos reían, era un personaje tan tierno y siempre lo recordaré asi; un adulto con la mente más inocente y pura q haya conocido...... Descance en paz nuestro CATITA y Ojalá se de tu propuesta Eduardo, en honor a tan sublime personaje. Muchas gracias por tan lindo relato .......
ResponderBorrarBendiciones
Estimada Gladys, bienvenida a Confesiones a un Árbol. Muchas gracias por tus estimulantes y sentidas palabras.
BorrarUn abrazo,
Eduardo
p.d.: En este momento le estoy contando a mi hija tu historia de "ia me voy a mi codetio".
Eduardo me has hecho recordar momento de mi infancia, tuve la suerte de conocer al famoso loco catita, también conocí a la familia Romero Bermuy, gracias por hacernos recordar momentos inolvidables
ResponderBorrarHola José Manuel, bienvenido a Confesiones a un Árbol. Muchas gracias por tu lectura. No sé si tu familia todavía vive en el barrio, mi saludo para todos los tuyos.
BorrarEduardo
Bonito relato, no lo llegue a conocer pero por la descripción me lo imagino, y por lo ke veo hubiese sido un buen estudiante, pobre chico y mucha dulzura de niño grande.
ResponderBorrarSaludos estimada amiga, un placer contar con tu amistad. Gracias por escribir.
BorrarUn afectuoso abrazo,
Eduardo
Excelente relato y un acucioso trabajo de investigación de nuestro amigo Eduardo. Quienes conocimos a Catita, de verdad que nos enorgullece que se haya rescatado a tan peculiar personaje.
ResponderBorrarEd, buena propuesta, confio que sera atendida.
Un fuerte abrazo amigo.
Muchas gracias por tus palabras Bernardo. Que la salud sea buena, no te pierdas. Un abrazo grande, como siempre, para ti.
BorrarEduardo
Una lectura deliciosa y amena. Eduardo leer algo tuyo los fines de semana es relajante y entretenido y nos hace evocar algunas vivencias, similares o análogas que también vivimos por estos soleados lares. Un abrazo
ResponderBorrarUn abrazo grande Oscar. Gracias por tus palabras, siempre extraño nuestras tertulias en Trujillo. Todo mi cariño para Fanny & Gabriela!!
BorrarTu amigo,
Eduardo
Hermosa historia si lo conocí a CATITA solo con ese nombre nunca le llame loco, viví cerca de la casa de los Bernuy, en la primera cuadra de la Av. Buenos Aires, mi padre siempre le daba ropa porque aveces andaba desnudo...no sabia que CATITA habia fallecido, recordé con nostalgia mi infancia y aquel amigo.
ResponderBorrarEstimado César, gracias por tu lectura y también por tus palabras. Pasé parte de mi infancia y juventud en la segunda cuadra de la avenida Buenos Aires, si vas al índice de este blog encontrarás el relato titulado "Tacorita", trata sobre aquel período de mi vida,
BorrarUn abrazo,
Eduardo
Hola Eduardo, gracias por este hermoso relato, sin duda muy conmovedor, me trajo recuerdos de mi niñez, quién no conoció al Loco Catita... quiero agradecer a la Prof. Inés Romero, a su familia por el bondadoso corazón y tener paciencia con este loco bueno.
ResponderBorrarSería formidable que se declarara cualquiera de las dos fechas como el "Día del Cuaderno", estupenda iniciativa!...
GRACIAS POR EL RELATO EL LOCO “CATITA” DE CHIMBOTE, FELICITACIONES Y QUE TENGAS UN MARAVILLOSO FIN DE SEMANA!
Estimada Chana, ¿qué es de tu vida? cuéntame algo de tu vida y de tu salud por inbox. Gracias por tu lectura, por tus palabras y por tu inmensa ayuda en Chimbote.
BorrarCuídate querida amiga,
Eduardo
Excellente. Sin palabras. Como no recordar a Catita. Como buen Chimbotano q soy.
ResponderBorrarGracias amigo por todo lo q escribiste en referencia a este gran personaje chimbotano.
Gracias amigo Anónimo por escribir. Te agradeceré hacerme llegar tu nombre, sea por esta misma vía o mi correo: edquevedo@yahoo.com
BorrarHola Eduardo.Recien me entero que Catita falleció pues yo creía que estaba en otra ciudad. El paraba por la cuadra 1 de la av. Bs.As. No fué loco, era un retrasado mental muy dócil y obediente.
ResponderBorrarTe hago llegar mis saludos tanto para tí como a tu Familia Amigo.
Hola Willy, gracias por escribir. Igualmente, lo mejor para ti y toda tu familia!
BorrarUn abrazo grande,
Eduardo
Lindo relato, siempre lo escuche mencionar por los demás , ahora conocí un poco más de su historia, gracias Edu. Y muchos éxitos.
ResponderBorrarYa me preguntaba qué será de la vida de mi buena amiga Miro. Gracias por escribir.
BorrarUn abrazo,
Eduardo
Yo también recuerdo cuando venía por mi barrio y nos pedía cuaderno, pero el decia, dame CALENO, y a nosotros nos hacía gracia esa expresión, por ello siempre le juntabamos nuestros cuadernos, y cuando lo veíamos aparecerse por nuestra cuadra, saliamos a entregarle lo que tanto le gustaba cuadernos, y nos agradecía con una sonrisa. creo fué un personaje histórico de chimbote, Dios lo tenga en su gloria.
ResponderBorrarEstimada Juani, bienvenida a Confesiones a un Árbol. Gracias por tu lectura y, especialmente, por compartir tus propios recuerdos sobre Catita.
BorrarSaludos cordiales,
Eduardo
Que bello relato, y que delicadeza de hacérselo a éste singular personaje. Un abrazo
ResponderBorrarGracias estimado amigo. Bienvenido a Confesiones a un Árbol.
BorrarOtro abrazo para ti,
Eduardo
Que tal Eduardo, felicitaciones por la excelente narración de un personaje tan popular en la historia de Chimbote. A Catita lo recuerdo cuando yo era estudiante de colegio República Peruana de la Urb. Laderas del Norte, y era muy común verlo al frente del hospital IPSS por unos árboles y montículos de basura que hasta hoy existen.
ResponderBorrarApoyo la iniciativa tuya para que alguna institucion, podria ser alguna universidad, adopte esta loable iniciativa tuya. Saludos a tu familia.
Hola Chaya, muchas gracias por tu lectura y también por compartir tus propios recuerdos. Un fuerte abrazo, cariños para los tuyos.
BorrarEduardo
Recordar a "CATITA" no solo nos lleva a vivir los hermosos años 60 y 70, cuando juntos disfrutábamos la inocencia de la niñez, el juego en nuestra calle, pues no teníamos lugares de esparcimiento, la "cuadra" era suficiente, allí nuestro Catita, era nuestro primer admirador.
ResponderBorrarEstamos seguros que desde el Cielo, él sigue sonriendo, guardando los cuadernos, y buscando otros nuevos, haber si alguien los entrega para que, la búsqueda de la fraternidad nunca termine.
Gracias Eduardo, por haber dedicado tu valioso tiempo en honor de Catita, para mi, un hermano más.
Quienes lean este relato tendrán la oportunidad de, no solo recordarlo vivo, sino sobre todo comprender que Dios nos sigue hablando a través del pobre, del más pobre, como fue Catita, el no tuvo casa, pero si un hogar que mi buen padre nos enseñó a compartir, junto a mi mamá quien no olvidaba de guardar la ración que le correspondía.
Gracias "CATITA" por haberte hecho uno mas en mi familia, tu sigues vivo entre nosotros, desde la novena de Pizarro un fuerte abrazo, cuídanos como lo hacías cuando estabas entre nosotros.
Estimada Inés, recibe mi gratitud y mi cariño. Gracias por tu apoyo, tu tiempo, tu buena memoria y tu generosa disposición a recibirme en Chimbote.
BorrarVoy a atesorar las horas compartidas en tu casa, por favor haz llegar también mi gratitud a tu hermano Alfonso y a todos tus familiares, a los que pude conocer a través de nuestro diálogo. Y gracias también por el cariño que tu familia supo brindar a nuestro Catita.
Abrazos,
Eduardo
nuestro Catita nos enseñó a amar y ser siempre niños
ResponderBorrarEstimado amigo Anónimo, agradeceré hacer llegar su nombre, sea por esta misma vía o mi correo: edquevedo@yahoo.com
BorrarHola Eduardo, realmente conocí al "Loco Catita" le temía porque era físicamente grande y yo pequeña. Pero su rostro emanaba ternura y dulzura. Es muy bonita la historia comentada. Cuando hace poco estuviste en Perú te veia ir y venir, fuera de casa, ahora entiendo ...estabas perfilando este nuevo proyecto narrativo y que bueno que haya personas importantes por su sencillez de vida y grandes en inteligencia como tu, que rescaten personajes, que otros (especialmente los que dicen ser poderosos por tener un lugar economico en la sociedad Chimbotana) nunca hayan hecho por apoyar medianamente a este tipo de personajes, que forman parte de la Historia de Vida cotidiana de nuestra Ciudad; ojala alguien haga suya la iniciativa del Dia del Libro en Chimbote y sea como lo propones, porque lo bueno se rescata. Abrazos
ResponderBorrarQuise decir : "DIA DEL CUADERNO - CHIMBOTE" y no Día del Libro.
BorrarHola Nelly, gracias por tu lectura y también por darte un tiempito para escribirnos, a pesar que los días sábados son bien agitados en tu rutina de los fines de semana.
BorrarMi gratitud por la importante reflexión que nos alcanzas.
Un abrazo,
Eduardo
Eduardo, siempre sabiendo interpretar y rescatar el sentimiento y recuerdos de lla vida cotiduana chimbotana, era los años 60 habiamos llegado no hacia mucho a chimbote estudiabamos en el colegio A. RAIMONDY?, por esa epoca ya diambulaba por las calles chimbotanas aun sin aceras y asfalto nuestro querido Sr. Loco Catita, era tan famoso como el Loco MONCADA, co la peculiaridad del cuaderno, mi hermano Charly solia lllevarlo en su bicicleta hercules en la caña de la misma, esto le encataba a Catita y pir supuesto un dia mi hermano lo llevo a casa, desde ese dia no falto ninguno a buscar a mi hermano, no se quien estaba mas loco, mi pobre madre todos los dias evitando que se meta en casa, esto duro hasta que nos mudamos a buenos aires.
ResponderBorrarHola Jorge, anteriormente nos hemos comunicado con motivo de mi artículo sobre don Isaac Fulop, ¿verdad?. Gracias otra vez, por tu lectura y por compartir tan interesantes anécdotas que enriquecen el presente relato.
BorrarUn abrazo,
Eduardo
Excelente forma de darle a conocer a nuestra juventud parte de la historia de personajes de nuestro Chimbote, y a los que amamos a nuestro Puerto, sentir una añoranza por los buenos tiempos pasados...pero así como él también sería bueno, aprovechar que aún está vivo, saber un poco sobre Juan (el loco Juan), que pasea por el mercado Miramar y La Florida...también es un personaje de nuestro Chimbote, creo que muchos que lo conocen verdad??...me encantó la historia...se le agradece!!!!
ResponderBorrarEstimada Cecilia, bienvenida a Confesiones a un Árbol. Las gracias a ti por tu lectura y por escribirnos.
BorrarRecibe mi más cordial saludo,
Eduardo
HOLA EDUARDO, NO CONOCI A CATITA PERO A TRAVES DE TU RELATO HOY LO CONOZCO Y LO SIENTO. ME GUSTA TU ESTILO: SENCILLO, HUMANO Y HONESTO, SOBRE TODO SIN DRAMA PERO CON RIGOR A LOS HECHOS.
ResponderBorrarDESEO MUCHOS EXITOS PARA CONFESIONES A UN ARBOL Y BENDICIONES PARA TI Y TU FAMILY¡¡
TU AMIGA TECHY TRUJILLO
Hola Techy, muchas gracias por tus buenos deseos, e infinitas gracias por tus generosas palabras. Suerte en todo querida amiga, aprecio tu amistad.
BorrarEduardo
Muy buena historia real. Tuve el gusto de conocer a Catita y regalarle mis cuadernos viejos cuando el pasaba por la calle Jr. Trujillo en Miramar Bajo cuando yo vivía allí. La verdad me hizo derramar algunas lágrimas el volver a recordarlo y mucho más ver su nicho en el cementerio. Muy buena hermano muy buena.
ResponderBorrarEstimado Robert, bienvenido a Confesiones a un Árbol. Muchas gracias por tu lectura y por escribirnos. Deja que las lágrimas purifiquen el dolor que las ausencias nos causan.
BorrarEduardo
Felicitaciones, Eduardo. Te juro que lograste que se me empañara la visión al trasladarme a mi Chimbote querido, con todos sus loquitos inolvidables y, sobre todo, al más estudioso, "Catita". Ojalá pueda prosperar tu iniciativa "Día del Cuaderno".
ResponderBorrarEstimado Miguel, bienvenido a Confesiones a un Árbol. Muchas gracias por tu lectura, por escribirnos y por tus buenos deseos.
BorrarUn abrazo,
Eduardo.
hola yo tambien conoci a "catita" a veces lo encontraba ala salida d mi escuela y bailaba y pedia cuadernos,pero el no fue un loco,solo fue un niño grande,sin maldad en su corazon,k lastima que ya no se encuentre entre nosotros,descansa en paz x siempre kerido "catita"
ResponderBorrarEstimado Wilmer, bienvenido a Confesiones a un Árbol. Muchas gracias por tu lectura y por escribirnos.
BorrarUn abrazo,
Eduardo
ResponderBorrarEduardo..............Que grande este relato es verdad el loco catita era un niño mas y se fue siendo un niño de mente en el barrio lo hacíamos bailar....diciéndole (mueve la patita catita, catita mueve la patita) y el baila como dando unos brincos sobre si mismo.....en el barrio lo queríamos al LOCO CATITA con respeto no!...saludos... y de verdad habían tantos locos que te hacían reir o te asustaban jajajajajajaj....el loco juan, el loco besito que andaba por la plaza de armas y bueno el desaparecido también loco Moncada......saludos.
Marcos.
Estimado Marcos, bienvenido a Confesiones a un Árbol. Muchas gracias por tu lectura y por escribirnos.
BorrarUn abrazo,
Eduardo
Felicitacioned por recuperar al personaje de la niñez chimbotana y un eterno homenaje sera el dia del cuaderno
ResponderBorrarGracias amigo Anónimo por escribir. Te agradeceré hacerme llegar tu nombre, sea por esta misma vía o a través de mi correo: edquevedo@yahoo.com
BorrarExtraordinario relato Eduardo. Leerte es refrescar nuestra memoria con otros ojos, visto de una perspectiva mas humana y tierna; rescatando las cualidades de un personaje que en su momento fue parte de nuestras vivencias. Siempre mostrando lo positivo y ejemplar de cada historia e intentando aplicarlo como una lección de vida para los que recién la conocen. Suerte con la propuesta (día del cuaderno) una excelente iniciativa. Felicitaciones amigo, un abrazo y saludos a tu familia.
ResponderBorrarMuchas gracias Javier, es un placer leer tus comentarios. Mantengo la ilusión que el día menos pensado estaré leyendo algo tuyo. Cariños para la familia!
BorrarUn abrazo,
Eduardo
Bello relato amigo, me gusto mucho sobre todo la naturalidad de expresar con cariñosas palabras y el recuerdo que guardas del personaje principal. Saludos y buen fin de semana.
ResponderBorrarMuchas gracias Maruja, aprecio el tiempo y buena disposición que brindas a mis relatos. Siempre lo mejor para ti.
BorrarUn abrazo,
Eduardo
Catita un amor de persona pasaba siempre por mi barrio Magdalena nueva para dirigirse hacia la victoria siempre con su sacó de cuadernos era muy querido por todos los chicos del barrio lo veían llegar y le acercaban los cuadernos y el les conversaba al oído bailaba en un pie que recuerdos y felicitaciones y apoyo por la idea ,,,,,,,vamos catita carajo y viva el peru
ResponderBorrarEstimado Nilton, bienvenido a Confesiones a un Árbol. Muchas gracias por tu lectura y por escribirnos.
BorrarUn abrazo,
Eduardo
Yo también conocì a Catita y es cierto fue un niño grande, maravillosa la idea de declarar el dìa del cuaderno, el dìa del nacimiento de Catita. Fue uno de mis amigos cuando fui niña y ahora toda historia les comento a mis niñas. Que alegrìa y nostalgia recordar a mi amigo Catita. Dios lo tenga en su gloria y seguro que en el cielo seguira estudiando. Maravillosas memorias. Felicitaciones.
ResponderBorrarEstimada Yoseli, bienvenida a Confesiones a un Árbol. Muchas gracias por tu lectura y por escribirnos. Gracias también por compartir sus recuerdos de Catita.
BorrarUn abrazo,
Eduardo
Una anecdota q me paso el mejor amigo de mi padre:
ResponderBorrarEste señor fue hermano de Catita, de nombre Jose Castro, hermano casi idéntico de Catita. Yo estudiaba en La Victoria, Colegio Eleazar Guzman Barron, y siempre me cruzaba con Catita. Un día recuerdo q estaba mi papa, su amigo y yo en el auto q manejaba este señor Castro. Y yo le pregunte al señor Castro si tenia su gemelo por mi casa. Y se río, ¿si quien es, catita, un lokito q para en la puerta del colegio casi todos los dias? se río y me dijo de frente “es mi hermano”.
Yo le dije de verdad si el es inteligente y nos contó la historia, ese día con mi padre y yo en el auto salio a buscar a su hermano, lo encontró en la iglesia Perpetuo Socorro de La Victoria, estaba descansando en el costado de la puerta. Cuando se vieron recuerdo q catita lloro y se abrazaron fuerte los dos. El hermano era un empresario dedicado a las estructuras metálicas en esos tiempos buena persona, recuerdo q subió el saco a mitad de cuadernos a su carro y subió tambien a catita. Nos llevo al restaurante y nos sentamos a comer mi papa, yo, el señor Castro y catita.
El señor Castro decía siempre este es mi hermano q no pudo ser genio, recuerdo q después lo llevo a su taller ubicado entre Elias Aguirre, Pizarro y Derteano ,lo lavo, le dijo esta es tu casa ven cuando quieras somos hermanos, ¿me conoces verdad?, lo miraba y recuerdo q le dijo “Pepe”.
El señor Castro nos dijo que el era una buena persona, que regalaba y hacia donaciones, decía, si pudiera curar a mi hermano lo haria curar, ¿si regalo comida a la gente necesitada por que no le voy a dar a mi hermano?
Siempre recordare a catita como el lokito q tuvo un hermano q lo quiso y sufria por el.
Estimado Pablo, bienvenido a Confesiones a un Árbol. Muchas gracias por tu lectura y especialmente por tu tiempo y generosidad compartiendo tan interesantes datos y anécdotas sobre Catita.
BorrarUn abrazo,
Eduardo
Importante iniciativa Eduardo, esperemos que alguna autoridad la tome en cuenta, quienes conocimos a "Catita" hemos vuelto a remorar lo vivido a través de esta tierna historia,
ResponderBorrarSaludos amigo:
Manuel Valdivieso Ch.
Hola Manuel, muchas gracias por escribir, hacemos votos porque la iniciativa sea recogida por las autoridades. Cariños para la familia.
BorrarUn abrazo,
Eduardo
Si, lo que narra Pablo Murrugarra es muy cierto, Catita tenía un hermano que tuvo un taller metalmecánica en la 9 de Ellas Aguirre, lo conocí porque yo viví un tiempo cerca de alli y me contó que hacia lo imposible por tenerlo junto a el pero Catita ya estaba acostumbrado a la calle y más apegado a la otra familia que lo acogió. Quién no recuerda a Catita? Gracias por el relato estimado Eduardo.
ResponderBorrarEstimado Elmer, bienvenido a Confesiones a un Árbol. Muchas gracias por tu lectura y también por compartir tus recuerdos de Catita.
BorrarUn abrazo,
Eduardo
Felicitaciones y gracias estimado Eduardo Quevedo Serrano por siempre traer a nuestras memorias con sus magníficos relatos acontecimientos o personajes entrañables de nuestro querido Chimbote. Como es en este momento al buen e inolvidable "CATITA"...Que dicho sea de paso quién no lo conoció?....Muchos tuvimos la dicha de conocerlo y disfrutar de este tierno y cálido personaje.
ResponderBorrarY ojalá como bien dice Ud. las autoridades declaren una fecha especial para "El día del Cuaderno"..en honor a nuestro amigo niño-grande, el tierno "CATITA".
Hola Nena, muchas gracias amiga por tu cercanía a Confesiones a un Árbol. Gracias también por tus palabras acerca de Catita. Nos deseamos suerte en relación a la iniciativa del Día del Cuaderno!
BorrarUn abrazo,
Eduardo
Impecable el evocador relato de nuestro amigo Eduardo Quevedo, redondeando la figura de Catita y los cuadernos, hay que recordar que este tierno personaje siempre decía que estaba en tercer año. Y aquí un engaste: "Tercero, es también el sempiterno año del popular "Loco Catita", un alumno sin matrícula ni carpeta que a veces irrumpía por la puerta principal de la Prevocacional o lo encontrábamos "a la salida" para llevarlo hasta la puerta del "Mandil Rosado" (Escuela de Mujeres Nº 3138), donde a cambio de un cuaderno (de esos que no están al día) y a la voz de "baila Catita baila", tiraba su ritmo toda la tarde." Catita apareció por la "Cruz de Macate Chico", allá por el año 1961. Recuerdo que nos llevaba más de una cabeza de estatura a todos los chibolos del barrio, era algo mayor que nosotros, pero se nos pegaba. En fulbito, el mismo se retraía, pero cuando jugabámos bolitas entraba de capachero y había que estar mosca, porque si te descuidabas se llevaba todas las bolitas que ibas sacando en los juegos de "ojito" y "mesita". Como andaba por todas partes, siempre le pedíamos que nos mostrara su capacha y entonces, por allí aparecían vistosas "lecheritas" que se las canjeabanos por las bolitas chicas, de esas que poníamos a ras del suelo. A veces, tenía cuadernos en blanco, sin uso, que naturalmente más de un tarambana se los levantaba. Catita mi compañero de juego de infancia, siempre fue un vagabundo bueno. Los vagabundos buenos están desapareciendo de la ciudad. El brasileño Jorge Amado alguna vez escribió: "no habrá lugar en el mundo para ellos en el mundo del mañana. Lamentablemente, Y el mundo perderá mucho de su poesía.......". Ojalá, algún día tengamos autoridades sensiblemente humanas para que se concrete el Día del Cuaderno.
ResponderBorrarnuestro
Hola Oscar... impecable tu comentario!! Mi gratitud por recrear en forma magistral para nosotros una época ida. Gracias por compartir tan hermosos recuerdos sobre Catita, tu barrio y amistades.
BorrarUn fuerte abrazo,
Eduardo
EDUARDO DEJE DE LEER TUS ARTICULOS HACE TIEMPO ESTUVE OCUPADO NUEVAMENTE CON CUADERNOS JAJJAJJAJAJ IRONICO VERDAD PERO QUE RELATO AMIGO LO MAXIMO ME HICISTE RECORDAR LA EPOCA DE CHIMBOTE "CATITA" TODO ES CIERTO SOBRE YO VIVE EN LADERAS Y TAMBIEN LLEGABA POR AHI CON UN SACO Y CON CUADERNOS ME IMAGINO QUE ESTE HOMBRE RECORRIA TODOS LOS COLEGIOS DE CHIMBOTE .... OJAL TE ESCUCHEN NUESTRA AUTORIDADES Y SE HAGA POSIBLE "EL DIA DEL CUADERNO" SUERTE Y FELICIDADES DESDE TACNA PERU.
ResponderBorrarMOISES H.I.
Hola Moisés, hago votos por que los cuadernos... y los libros de contabilidad no te distancien del todo de Confesiones a un Árbol. Gracias amigo por escribir. Suerte por Tacna, cariños para la familia.
BorrarEduardo
Interesante la propuesta de crear el día del cuaderno coincidiendo la fecha de la muerte de Catita, espero se pueda hacer realidad este pequeño homenaje.
ResponderBorrarGracias estimado amigo por escribir y por sus buenos deseos.
BorrarUn abrazo,
Eduardo
Estimado Eduardo, que grato saber mas de la vida sobre el gran Catita...tengo dos recuerdos, uno de cuando me iba a mi colegio de primaria en el 2 de Mayo a la altura del Koricancha un señor que tenia su carreta trataba de agredir a Catita y en mi impotencia grité con otros amigos y este tuvo que retractarse y Catita agasapado tratando de cuidarse, a pesar de su locura no reaccionó mal...otro momento fué cuando en mi barrio de La Victoria él estaba totalmente desnudo con saco de cuadernos en mano y un vecino sastre -Sr. Alayo- que vive al costado de la gran tia Yolanda en el Jr. Puno le dio un juego de terno incluida la camisa y Catita feliz se vistió sin truza y feliz relataba que ahora si podía ir al colegio..era gracioso ver como manifestaba su felicidad en agradecimiento a tan noble gesto.
ResponderBorrarSiempre lo veía a él por todo Chimbote, dado que desde niño vendía bolsas en varios mercados y cuando caminaba hacia el mercado Progreso lo veía cerca de lo que era la Linea, hoy la Cachina o Tacorita simpre con sus sacos de cuadernos.
Tengo emociones encontradas al saber mas de su vida y de la familia que lo acogió, como también la pena por saber de su partida, que dios lo tenga en su gloria!!!.
Es grato haberme enterado por intermedio tuyo de este gran personaje en la historia de nuestro Chimbote, que tiene mucho significado a igual que el loco Moncada, a quién todas las mañanas veía declamando sus discursos en el mercado Progreso,de paso que vendía sus mallas y agujas y en las tardes por el sindicato de pescadores...
Espero que puedas hacer historia de otros personajes como el loco Juan, el loco Jaime (beso, ahijado del padre Juanito) y otros mas de nuestro querido puerto.
Un fuerte abrazo para ti y agradecer por tu labor literaria representando al rico Chimbote...saludos
Estimado Manuel, bienvenido a Confesiones a un Árbol. Muchas gracias por tu lectura y especialmente por tu tiempo y generosidad compartiendo tan interesantes datos y anécdotas sobre Catita, los cuales coinciden y confirman recuerdos hechos llegar por otros lectores de tu mismo barrio.
BorrarUn abrazo,
Eduardo
Buenas noches, amigo Quevedo, leo su semblanza y aunque no vivo en Chimbote, resido en Trujillo, pero iba a Chimbote en las vacaciones de verano, allá por los años setentas, antes y después del terremoto. M agrada sobremanrea su semblanza, y la verdad, después de leer los comentarios en los que todos afirman haber conocido al famoso Catita, me da envidia, de veras me hubiera gustado conocerlo y tener el orgullo de quinenes sí lo conocieron y hasta trataron. siga con sus semblanzas, porque me agrada la buena lectura, sobre todo viniendo de personas que encontrándose lejos de su terruño lo mantienen siempre en el recuerdo.
ResponderBorrarElmer López
Desde Trujillo
Estimado Elmer, bienvenido a Confesiones a un Árbol. Muchas gracias por tu lectura y por escribirnos. Aprecio tus buenos deseos amigo.
BorrarUn abrazo,
Eduardo
Lorena; Solo quiero comentar que yo tambièn conocì a Catita pero no sabìa de su historia y me gustò mucho tu relato muchas gracias por compartirla y me parece buena idea lo de el dìa del libro
ResponderBorrarEstimada Lorena, bienvenida a Confesiones a un Árbol. Muchas gracias por tu lectura y también por tus buenos deseos sobre El Día del Cuaderno. .
BorrarUn abrazo,
Eduardo
Buenos días, me parece buena su iniciativa de escribir relatos basados en lo que usted ha vivido o en lo que otras personas han compartido con usted, pero le agradecería que pusiera las cosas como realmente han sido y se rectifique en su relato sobre el hecho de llamar a "Catita" como "El loco Catita", ya que él no fue loco como bien lo saben y pueden decírselo muchas personas que lo conocimos (personalmente no lo conocí mucho tiempo por mi corta edad pero mi familia sí lo ha conocido durante muchos años ya que vivimos en la cuadra 9 del Jirón Francisco Pizarro, incluso mi familia tiene anécdotas, las cuales recuerdan en algunas ocasiones). Asimismo a las personas que comentaron en su blog, sería bueno que rectifiquen sus comentarios porque no se puede llamar loco a una persona que no lo fue. Si se quiere honrar la memoria de una persona a la que estimaron o quisieron mucho se debe hacer con el debido respeto y no tildándolo de loco cuando él no fue loco. Esto lo escribo con el debido respeto y la mejor de las intenciones y espero que se haga las correcciones del caso.
ResponderBorrarEstimado Carlos, gracias por escribir y también por su preocupación por respetar la persona y memoria de “Catita”. Indudablemente sabemos que nuestro personaje no fue loco. En el relato se menciona cual fue la enfermedad que le generó su retraso mental. De cariño, en la mayoría de barrios se le llamó "Loco Catita" pero sólo en un sentido figurado (y no clínico-mental), de la misma forma en que muchas veces informalmente usamos la palabra loco para referirnos a familiares o amigos, sin que ello implique un sentido clínico de la palabra.
BorrarPor esta misma razón, en el relato hemos tratado de usar la palabra loco de manera entrecomillada.
Atentamente,
Eduardo
que hermoso recordar a nuestro amigo de infancia catita,lo recuerdo alto,fornido,con mirada tierna y su inocencia de niño,siempre iba a la puerta del colegio manuel gonzales prada,nos preguntaba que nos habia enseñado el profesor,y nos regalaba cuadernos usaditos y nos explicaba algunas cosas de los escritos de esos cuadernos lo hacia con su lenguaje entrecortado,tambien si veia que llevabamos cuadernos con colores o figuritas vistosas nos lo pedia,,cuando iba por la decima cuadra de olaya le gustaba que le invitemos dulces del señor chaco,aplaudia y se reia como los niñitos pequenitos,era un niño grande y tierno siempre lo recordaremos ,dormia en la puerta dela sra,blanca en cartones y no se enfermaba se que dios lo protegia.
ResponderBorrarEstimada Marlene, bienvenida a Confesiones a un Árbol. Muchas gracias por tu lectura y también por compartir tus recuerdos de Catita.
BorrarUn abrazo,
Eduardo
Extraordinario relato, Edu, al leer el relato a toda mi familia, a sido motivo de recuerdos de aquellos años en que conocimos a CATITA, una personita con carita niño e ingenuo, pero nunca fue ofensivo, mi madre recordo a Catita como un gran muchachito y muy gentil al ayudar a llevar las bolsas del mercado a las señoras que encontraban haciendo compras, y asi tambien los demas comentaban cosas similares , pero siempre culminaban diciendo que lo recordaban acompañado de sus cuadernos bajo el brazo, algunas veces, extendiendo su mano para pedir de comer o para pedir un cuaderno......Gracias Eduardo por seguir cultivàndonos con tus hermosos e interesantes relatos, tambièn por la excelente sugerencia; estoy segura que sera una realidad. Catita, desde el cielo estará muy alegre, por que seguiremos imitando su inocente gesto para el bien del estudiante chimbotano.
ResponderBorrarkatty sandoval rios
Hola Katty, gracias amiga no solo por tu generoso comentario, sino también por tu invaluable ayuda en Chimbote, durante mi último viaje a Perú, buscando la información necesaria para este relato. Cariños para tu familia. Un abrazo grande para ti!!
BorrarEduardo
Eduardo, que bueno volver a deleitarnos con tus buenas creaciones , y este nuevo relato referente al niño Catita , como yo asi lo considero , es tan buenazo como los anteriores y nos rememoras nuestra epoca pasada , los que lo conocimos podemos dar fe de lo bueno , noble e inocente que era y que nos deleitaba con sus ocurrencias especialmente con la forma de bailar en un pie y que lo hacia al son de las palmas y siempre recordar el nombre que el mencionaba : Jose , aun no se xq siempre decia ese nombre y sus cuadernos que siempre los tenia con el , en ese deambular diario x las calles.
ResponderBorrarFelicitaciones estimado Edu y continua desarrollando ese hermoso don que te caracteriza, un abrazo .
Hey Koky, gracias hermano por compartir tus propios recuerdos de Catita, y también por tus generosas palabras hacia mi persona. Salúdame a la gente del 12 de Octubre, especialmente a mi pata Reynaldo.
BorrarUn abrazo,
Eduardo
Mi estimado Eduardo, gracias por compartir este hermoso relato, haciendo memoria a un personaje popular de tu barrio, aunque no conoci a tu loco Catita, me ha hecho recordar a los personajes del barrio mio. Gracias por compartir un pedacito de tus confesiones de un arbol.
ResponderBorrarHola Nena, las gracias a ti, ya me contarás algún día algo de tus propios "locos" de tu barrio, La Primavera de Trujillo.
BorrarCuídate,
Eduardo
Aprecio mucho esté relato, Cómo no recordar de mi infancia a mi estimado Catita !!! Un abrazo a la distancia mi recordado Eduardo.
ResponderBorrarQuerida Colorada, sé que estás pasando un tiempo duro, pero has hecho un alto para visitarnos por aquí.
BorrarFuerza querida amiga.
Eduardo
Eduardo, como ya nos tienes acostumbrado es un gran relato, una historia que es un homenaje a esa persona que hace historia en cada pueblo. Espero que tu pedido sea escuchado. Gracias eduardo una vez mas!
ResponderBorrarSaludos desde Tampa Florida
Victor Antonio Santana
Saludos Víctor por Tampa, Florida, espero que el clima sea bueno por allá estos días. Gracias por escribir. Un abrazo hermano!
BorrarEduardo
Ah.. Eduardo! ,Hermoso relato de nuestro catita,había tantas cosas que no sabía de él,solo recuerdo,los cuadernos y comida que mi madre le daba,al principio le temía,luego me di cuenta que era tan bueno é inocente,gracias por hacernos conocer más de él,como siempre te felicito inmensamente,un abrazo.
ResponderBorrarRecuerdo de niño haber visto a Catita muchas veces por tu calle y por tu cuadra. Me pregunto si los otros barrios lo vieron tan seguido como nosotros. Lo que no cabe duda es que caminaba bastante.
BorrarUn abrazo querida amiga,
Eduardo
El talento con la que relatas tus historias, es sin igual: Eduardo la belleza de tu pluma reposa en aquellas cosas simples de la vida, que las dices con cariño y amor, lenguaje que algunos no podrán entender y alcanzar. Gracias por regresar a nuestra memoria a tan peculiar personaje de nuestra niñez Catita.
ResponderBorrarUn fuerte abrazo amigo.
Bernardo
Las gracias a ti Bernardo por tus palabras cargadas de amistad. Cuida esa salud, que la recuperación sea plena.
BorrarUn abrazo amigo,
Eduardo
QUE BONITO RELATO ME HE TRANSPORTADO POR UN MOMENTO A MI NIÑEZ MIENTRAS LEÍA IBA RECORDANDO MUCHAS COSAS DE ESA ÉPOCA,COMO NO RECORDAR A CATITA AQUEL NIÑO DE GRAN TAMAÑO GORDO MORENO QUE LE GUSTABAN TANTO LOS CUADERNOS Y BAILABA POR UN CUADERNO SIEMPRE SOLÍA IR ALA PUERTA DEL COLEGIO A PEDIR SUS CUADERNOS Y ANDABA POR LAS CALLES EN BUSCA DE LOS CUADERNOS,YO TAMBIÉN APOYO QUE SE CELEBRE EL DÍA DEL CUADERNO COMO HOMENAJE A ESTE PERSONAJE QUE LOS DE ESA ÉPOCA CONOCIMOS A CATITA
ResponderBorrarEstimada Ana Milagros, bienvenida a Confesiones a un Árbol. Muchas gracias por tu lectura , por compatir tus propios recuerdos, y también por tus buenos deseos sobre El Día del Cuaderno.
BorrarCordialmente,
Eduardo
Yo tambien conoci a Catita cuando él paseaba por el mercado miramar, un personaje con un corazón de niño sin maldad. Un angelito que está con nuestro Señor.....yo también apoyo es una idea genial....
ResponderBorrarSoy Julissa Gambini y siiiiii Catita es toda una historia.....como les vuelvo a repetir yo lo conoci por el mercado miramar.....linda su historia....
BorrarEstimada Julissa, bienvenida a Confesiones a un Árbol. Muchas gracias por escribir y también por tus buenos deseos sobre El Día del Cuaderno.
BorrarUn abrazo,
Eduardo
LINDO RELATO MI QUERIDO PRIMO EDUARDO, CREO QUE EN NUESTRAS INFANCIAS HUBO SIEMPRE UN PERSONAJE ASI, QUE EN AQUELLAS EPOCAS LLEGABAMOS HASTA BURLARNOS DE ELLOS PERO SIN CRUELDAD , PERO QUE BUENO QUE HOY INSPIRE PARA ALGO TAN BUENO COMO ES TU PROPUESTA DEL DIA DEL CUADERNO SOBRE TODO PENSANDO EN EL BENEFICIO DE LOS NIÑOS MAS NECESITADOS, NIÑOS QUE TIENEN MUCHO DESEO DE ESTUDIAR PERO NO TIENEN QUIEN LOS AYUDE, ESPERO QUE SE HAGA CADENA Y SE PUEDA CONCRETIZAR TU GRAN IDEA, SALUDOS A TU FAMILIA UN FUERTE ABRAZO
ResponderBorrarGracias prima por tus palabras. Nos deseamos suerte en relación a la iniciativa del Día del Cuaderno!
BorrarCariños para la familia!!
Eduardo
Eduardo:
ResponderBorrarFelicitaciones por el excelente relato de un personaje muy simpático y querido por todos en especial los niños de esa época, su inocente y bella forma de socializar con los estudiantes.
Deseo que sigan tus éxitos y sigas escribiendo estas hermosas historias de nuestra tierra.
Un abrazo
Gracias Carlos por tu lectura y por tus generosas palabras. Un fuerte abrazo a la distancia.
BorrarEduardo
Lindo tu relato yo si recuerdo a CATITA ya q siempre iba por mi casa y mi papi le daba cuadernos y fruta era muy simpatico, un niño grande y yo si apoyo tu iniciativa para q se plantee q el dia del cuaderno exista y sea la fecha del nacimiento de nuestro querido y recordado CATITA
ResponderBorrarEstimado(a) amigo(a) Anónimo, bienvenido(a) a Confesiones a un Árbol. Muchas gracias por tu lectura y también por tus buenos deseos sobre El Día del Cuaderno. .
BorrarUn abrazo,
Eduardo
Felicitaciones por este nuevo éxito de confesiones a un árbol, quien de nuestra época no recuerda al loco Catita un niño grande, tranquilo que paseaba por el barrio con sus cuadernos bajo el brazo. Recuerdo que visitaba mi casa y mi mamá le invitaba comida, nunca le tuvimos miedo porque era muy tranquilo.
ResponderBorrarGracias por este articulo que nos trae gratos recuerdos de nuestra infancia.
Hola Anita, gracias amiga por mantenerte cerca de Confesiones a un Árbol. Me has traído a la mente el recuerdo de tu madre, ella tan buena y estimada siempre en el barrio.
BorrarUn abrazo,
Eduardo
Eduardo has logrado con este artículo emocionarme casi hasta las lágrimas ya que traes a nuestra memoria la vida de un personaje a quien conocí y tal como lo describes en esta historia. Efectivamente nos preguntaba por nuestros resultados de pruebas o pedía cuadernos, siempre con su mirada inocente y tierna. En mi retina está impregnada la imagen de un "sambito" gordo y bueno y cuya fecha de nacimiento o fallecimiento podría ser instituido no solamente el "Día del Cuaderno" sino también el "Día del Reciclador", una actividad que en la actualidad ha cobrado mucha importancia ecológica y económica.
ResponderBorrarUn abrazo Eduardo y felicitaciones por esta nueva entrega.
Hola Alberto, muchas gracias por tu lectura y también por tus palabras. Nos deseamos suerte en relación a la iniciativa del Día del Cuaderno!
BorrarCariños para la familia!!
Eduardo
Soy hermano de Ines, A manera de alcance, me gustaría comentarte sobre uno de sus accidentes de Catita, pues mucho tiempo lo ví cojeando a Catita, era ya mucho tiempo para que no curara, entonces le dije, Catita ven, lo hice sentar y lo revisé su pie, entonces encontré que había pisado una botella rota, se había metido dentro del talon que se infectó y supuró, pero la herida ya había sanado con el vidrio dentro del talón, por eso no podía asentar el pie, entonces como herencia de mi padre Abraham, también hacia cirujia menor como en Sihuas, usé una Guillete nueva, y poco a poco cortanto la piel muerta y seca del talón decrubría un vidrio dentro, lo saqué, lo lavé con abundante agua para asegurarme que no quedara astillas, y lo deje asi, a Catita no le gustaba andar vendado, cuando le curaron el brazo roto, le pusieron yeso, al tercer día ya no tenia yeso, por qué, el mismo se los sacó, como? jajajajajaj MI GRAN CATITA.
ResponderBorrarEstimado Guillermo, muchas gracias por compartir tus propios recuerdos de Catita, tu información enriquece el presente relato. Siéntete bienvenido a regresar por aquí con algún nuevo aporte.
BorrarUn abrazo,
Eduardo
Que impactante esta linda historia… de verdad que me choco muchisimo leer y recordar… la vivencia de mi querido y recordado hermano CATITA… digo asi, hermano porque el nos hacia sentir asi que eramos sus hermanos… recordar...cada cosa que hacia él… dormia en la puerta de mi casa… o habian dias que se pasaba a la casa de mi tia Blanca Ascoy… como comentas… y mucha gente sabia que le encantaba recolectar cuadernos… y recuerdo mucho que venia alegremente a regalar a mis hermanos… y siempre decia… “pa mi emano joshe”... por decir para mi hermano Jose… o “pa mi emano chim”… POR DECIR PARA MI HERMANO LUCHIN…
ResponderBorrarRecuerdo mucho una de las tantas anecdotas… Mi madre la Sra. Olga Chavez… tenia en aquel entonces una tienda... y le pidio a mi hermano Luchin que fuera a comprar abarrotes al deposito del mayorista Lara… de la avenida Galvez… y CATITA se fue acompañandole… y mi hermano regreso en un taxi… y Catita bajó y no dejaba de brincar de alegria porque lo habian paseado en el carro… era un niño bueno… me da mucha nostalgia recordarlo… pero asi pasamos unos años lindos con el… y un 28 de Marzo de 1978 teniamos que dejar nuestro querido Chimbote para venir a la Capital… queriamos traerlo, recuerdo mucho asi lo comentabamos entre nosotros… de subirlo al camion de carga con todos mis hermanos… nos ayudo a subir nuestras cosas y recuerdo mucho que llego el momento que teniamos que partir… y se quedo muy triste y dando vueltas al carro… y repetia y repetia: “ya vas a venir ya vas a venir”, nos decia…
Y siempre lo hemos recordado cada cosa, cada vivencia que pasamos juntos… queria mucho a mis hermanos Jose Mujica y Luis Mujica quienes eran estudiantes del Colegio San Pedro… siempre los esperaba con cuadernos… Y como no recordar a la Srta. Ines Romero Benuy… recuerdo mucho que su hermano Dago lo afeitaba y lo bañaba, tambien lo alimentaban… eramos como su familia… a mi Mami le decia “Mama oga”... por decirle Mama Olga… la verdad que nos dio muchisima pena cuando nos enteramos que Catita habia fallecido… pero despues de un año de su deceso.
Le agradezco infinitamente este lindo historial de mi siempre y recordado hermano CATITA… Que lindo seria si lograras "CATITA... COMO EL DIA DEL CUADERNO”…
Bendiciones amigo.
Estimada Nancy, muchas gracias por escribir y, sobre todo, por compartir con los lectores de Confesiones a un Árbol todo un cúmulo de sentidos recuerdos que tú y tu familia conservan acerca de Catita. Igualmente, mi gratitud por tus buenos deseos en relación al Día del Cuaderno.
BorrarEstudié en el Colegio San Pedro con tu hermano Luchín, for favor salúdalo de mi parte, cariños para toda tu familia.
Eduardo
Mi estimado y querido Eduardo. Una historia más, una vez más sacando del anonimato a un personaje noble y trascendente como “Catita”, poniéndolo así en la historia de Chimbote.
ResponderBorrarEres tan grande como las historias que escribes. Eres tan grande como los personajes de tus historias. Historias llenas de verdades, contadas con sentimientos sin perder objetividad en ningún momento, con nombres y apellidos, mencionando lugares y fechas.
Después de disfrutar tu historia me quedo pensando, y me pregunto, Que tal memoria! Que tal trabajo!
No soy un experto en esto pero me atrevo a decir que tus historias también tiene un sentido periodístico.
Me pongo a pensar que escribes sin descuidar tu trabajo, aunque esto signifique que todos los días tengas que levantarte a las 4 am. Mi admiración y respeto para ti Eduardo.
Ojala que tu propuesta para el día del cuaderno se haga realidad.
De Catita yo ya ni me acordaba. Es bueno recordarlo en tu pluma y de paso recordar pasajes de mi niñez. Gracias por ello.
Marco Arroyo.
Hola Marco, muchas gracias por tus generosas palabras, eres un amigo cercano y conoces de primera mano el rigor y esfuerzo que demandan los relatos de Confesiones a un Árbol.
BorrarUn abrazo y éxitos siempre para Tocco Salón!
Eduardo
He disfrutado mucho este artículo porque CATITA fue un personaje muy popular en Chimbote, pero casi desconocido en sus orígenes. Con este relato Eduardo nos entrega una historia con la investigación veraz y aflorando los recuerdos de los que ya nos tiene acostumbrados, y por el cual le reitero mi agradecimiento por dedicarse a rescatar lo bueno de nuestra ciudad.
ResponderBorrarYo nací en la Esq. de la Av. Enrique Meiggs y el Pje. Aviación en 1967, al frente de mi casa está el campo del Club Alianza Miramar y desde niño recuerdo que al costado del club se "depositaba" la basura de todo el barrio esperando que un volquete lo recoja o alguien le prenda fuego. Viví allí hasta 1984 y recuerdo que siempre veía a CATITA llegar por el Pje. Aviación hasta aquel basurero con su costal y sentarse horas de horas para escarbar las bolsas y desperdicios en busca de libros o cuadernos desechados. Por el Mercado Miramar y la Iglesia Virgen de la Puerta eran otros de los lugares donde innumerables veces me lo crucé. Nadie le rehuía, ni lo atacaban por que era un loco bueno, bonachón y la gente lo sabía.
Me enteré de su muerte "cuando lo empecé a extrañar" al regresar por las calles de mi barrio y al no verlo por allí, pregunte y me dijeron que había muerto, pero nadie me dio mas razón, hasta ahora que lo puedo saber gracias a este relato.
No se si alguien ya lo dijo en otro comentario, pero es preciso recordar que la popularidad de CATITA hizo famoso a un jugador galvista. A fines de los 70' y comienzos de los 80' cuando el Estadio "Vivero Forestal" se llenaba para ver al José Gálvez FBC yo disfrutaba y la gente se carcajeaba cuando desde las tribunas le gritaban CATITA al delantero Alejandro Cienfuegos (el que tiene el balón).
Hola Miguel, gracias por tu valioso aporte y por compartir con nosotros tus propios recuerdos acerca de Catita. Gracias también por tus generosas palabras hacia mi persona.
BorrarEs una pena que el sistema no permita reproducir la fotografía que has adjuntado a tu comentario y que corresponde a una imagen del José Gálvez FBC de 1978 y en donde, efectivamente, el delantero Alejandro “Catita” Cienfuegos aparece sosteniendo el balón.
Un abrazo!
p.d.: Si algún lector de Confesiones a un Árbol estuviera interesado en ver la fotografía podría encontrarlo en Google copiando y pegando el siguinte enlace: https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10207929120526072&set=p.10207929120526072&type=1&theater
"CATITA" TODOS LOS QUE TUVIMOS LA SUERTE DE JUGAR CONTIGO EN NUESTRA NIÑEZ, NO TE OLVIDAREMOS NUNCA. PERDONANOS POR HABER SIDO TAN INGRATOS CONTIGO A PESAR Q SIEMPRE NOS REGALABAS UNA TENUE PERO SINCERA SONRISA. CHIMBOTE TE DEBE UN RECONOCIMIENTO POR TU AMOR A LOS CUADERNOS DE ESTUDIANTE. DIOS TE TENGA EN SU SENO.
ResponderBorrarSaludos Samuel, un abrazo a la distancia. Gracias por escribir.
BorrarEduardo
Cuando era chico, mis padres nos llevaban algunas veces a la casa de mi tio Mujica, ahi conocimos a Catita, grandote y con barba, era uno mas de nosotros, cuando se hacia la noche, nos íbamos a dormir y el, en la vereda de enfrente se ponía a dormir arriba de su cartón, no entendíamos tanto la situación. Ahora de grande me doy cuenta de la misma, el alma pura, sin maldad, alegre, eso era " Catita", Son estas cosas las que te dejan marcados en la vida, ahora tengo 50 añños y lo recuerdo como si fuera ayer. En donde este, el mejor recuerdo de mi infancia
ResponderBorrarEstimado amigo, bienvenido a Confesiones a un Árbol. Muchas gracias por escribir y también por compartir tus propios recuerdos acerca de Catita.
BorrarUn abrazo,
Eduardo
Eduardo, siempre sorprendiéndonos con historias vividas en nuestra niñez, muy lindas q nos hace retroceder y recordar épocas de nuestra feliz inocencia de aquellos tiempos. Felicitaciones y muchos abrazos y a la vez agradecimiento por compartir estas bellas historias y costumbres de nuestro querido PUERTO CHIMBOTE.
ResponderBorrarBendiciones a Uds.
Hola Laura, un gusto tremendo volver a tener noticias tuyas, cariños para tu familia, un abrazo grande para ti.
BorrarEduardo
Que gran recuerdo del amigo hermano Catita, siempre llegava por la cuadra nueve de Elias Aguirre y nos regalaba un baile cuando le alcanzàbamos los cuadernos y libros nuestros. Gracias por esta publicaciòn.
ResponderBorrarEstimado Carlos, bienvenido a Confesiones a un Árbol. Muchas gracias por tu lectura y también por escribir.
BorrarUn abrazo,
Eduardo
EDUARDO DE MI CORAZON, AMIGO... SI RECUERDO MUCHO A ESE NIÑO GRANDE FEDERICO, LOCO CATITA..LO CONOCI HE IBA A ESCUCHARNOS CUANDO ENSAYABAMOS A VECES EN LA CASA DE NUESTRO AMIGO ANGEL LAGUNA DE LOS BELTONS.. ALQUILABA EQUIPOS MUSICALES...
ResponderBorrarRECUERDO QUE MI ESPOSA ANGELICA MONTERO SANCHEZ ME DIJO QUE SIEMPRE VISITABA SU CASA, SE SENTABA UN RATO, SE REIA, NUNCA FUE AGRESIVO,, Y LUEGO SE IBA, UN DIA LLEGO, Y LE LLEVO SUS CUADERNOS... ELLA LOS BUSCABA Y LOS ENCONTRO EN EL PARQUE DEL 21 DEABRIL, BOTADOS...MI ESPOSA VIVIA EN AV. AVIACION 698, BARRIO 12 DE OCTUBRE..
EDUARDO, AHORA COMPRENDO PORQUE ERES MEDIO LOCO, .. CATITA FUE TU PREFERIDO... JAJAJA...GRACIAS POR TU RELATO EN CONFESIONES A UN ARBOL..UN TREMENDO SALUDO Y POR SUPUESTO UN GRAN ABRAZO ..EDUARDO DE MI CORAZON....
Danielito de mi corazón, muchas gracias por escribir y por compartir recuerdos de tu propia cosecha. Casi nunca escribes, así que cuando llega alguito tuyo es motivo de fiesta. Escribe nomás, así sea para decirme que soy medio loco. Todo lo tuyo es bienvenido!
BorrarUn abrazo hermano,
Eduardo
Esta historia que nos hace recordar nuestras épocas de estudiante, cuando aparecía siempre, por las calles el loco catita, con sus cuadernos y siempre preguntando ¿cuanto te has sacado en tu paso? aquella frase que siempre lo tengo presente, vale que con esta historia lo recordemos y te felicito por compartirla, gracias
ResponderBorrarEstimado Godver, bienvenido a Confesiones a un Árbol. Muchas gracias por tu lectura y también por escribir.
BorrarUn abrazo,
Eduardo
Lalo,mi muy estimado amigo; tienes una pluma muy sencible escribiendo sobre la niñez eterna del Loco Catita; con sencillas palabras y una simplicidad de detalles nos traes una historia auténtica y vivida por nuestra generación; rica en argumentos legítimos que fácilmente promoverán aquella moción con la que cierras este hermoso texto... El Loco Catita, no es un simple relato es un ensayo digno de ser observado por los verdaderos amantes, guias y gendarmes de nuestras historia chimbotana... Lalo, Brother, además de estar encantado con tu literatura, estoy de acuerdo contigo; con tan generosa idea y dicho sea de paso que cada año recolectar un cuaderno será recordar al niño eterno, al loquito bueno, al "Loco Catita" y mantener viva su peculiar historia... “¿Cuato te a tacao tu pato?”.
ResponderBorrarEstimado amigo, muchas gracias por tu lectura y por tus generosas palabras. Hacemos votos porque prospere la iniciativa del Día del Cuaderno.
BorrarUn abrazo,
Eduardo
CATITA
ResponderBorrarCon el corto tiempo que tuve en esos tiempos aún recuerdo la Gran Persona que fue mi Tío Catita ,una persona amable ,cariñosa ,indefenso
Aún recuerdo que cuando llegabamos a casa de doña América mi abuela ,mi tío nos recibía contento nos cargaba ,a ambos a mi hermano y a mi no sentaba en sus piernas nos abrazaba mi Tío y también corriendo se iba a decir a mi padre que emos llegado que mande la fruta y las cosas para los negitos , una hermoza persona .pero también recuerdo su costa de sacos ,eso era intocable para el no le gustaba que lo toque ,era sus cuardenos , que lo llevaba de abajo arriba .
Aún extrañamos su partida de mi Tío Catita .
Catita !
Presente
Catita
Presente ....
Estimada Sthefanía, bienvenida a Confesiones a un Árbol, muchas gracias por escribir y compartir tus propios recuerdos acerca de Catita.
BorrarUn abrazo,
Eduardo
Muchísimas gracias por esta maravilla de relato. Un relato sobre un personaje que existió y vivió tal cual se cuenta y se comenta. Gracias por hacerlo nuevamente vivir en nuestros corazones. Nuestro tierno e inolvidable Catita. Incansable caminante y bailarín. Pero el relato y los comentarios de los lectores, que lo conocieron, lo quisieron y compartieron momentos y lindas anécdotas con Catita, también dice mucho de nuestro Chimbote, un lugar y una gente donde Catita nunca estuvo solo, evidentemente.
ResponderBorrarEspero mucho que su propuesta se realice y que en Chimbote se establezca el Día del Cuaderno, en memoria de Catita, y con los fines nobles y de realce de los valores que usted ha manifestado.
Estimada Blanca, bienvenida a Confesiones a un Árbol, muchas gracias por tu lectura y por tus sentidas palabras. Hacemos votos porque prospere la iniciativa del Día del Cuaderno.
BorrarUn abrazo,
Eduardo
Excelente relato mi estimado amigo Eduardo, recuerdo mucho a Catita, le encantaba comer solo tallarines por eso de su siempre barriga llena, era muy bueno y nadie lo fastidiaba como a otros locos de la epoca. Te cuento sobre el gusto de los tallarines ya que mis abuelos tenian su comedor dentro del mercado modelo y ese era su plato preferido que solicitaba y por suspuesto le invitaban. Suerte amigo
ResponderBorrarHola Huguito, gracias por el dato de los tallarines... Jaja!! Poco a poco vamos conociendo más de Catita en base a la información que amigos y lectores van compartiendo.
BorrarUn abrazo,
Eduardo
Alejandro Ponce
ResponderBorrarEmotivo relato, muy real
Saludos desde la cuidad Condal Barcelona
Un abrazo.
Hola Alejandro, un gusto tener noticias tuyas, bienvenido a Confesiones a un Árbol. Saludos para las amistades en España, cariños para la familia.
BorrarEduardo
Grande recuerdo que ha llegado a mi mente mi estimado Eduardo, conoci a catita cuando era niño y siempre le gustaba bailar y andaba con su cuaderno bajo el brazo....el gran loco catita, yo vivia en la cuadra 9 de pizarro y solo quiero agregar que la familia Mujica, la sra Blanca Ascoy y el sr Angel Laguna son mis tios, ellos son hermanos de mi madre por parte de madre. Linda historia gracias Eduardo
ResponderBorrarEstimado José, bienvenido a Confesiones a un Árbol, gracias por escribir, Mi cariño para tu familia.
BorrarEduardo
Hola Eduardo, te escribe Marco Del Carpio Gonzáles promoción 1977 GUE SAN PEDRO 5° A, la verdad que mas o menos te recuerdo por la foto... repetiste cuarto como dices... leí varias de tus interesantes notas...esta de "Catita" lo recuerdo en carne propia pues yo vivía en uno de los callejones de la cdra. 6 de Leoncio Prado frente al bar Azul... costado quedaba el Rinconcito Criollo al fondo de un callejón.... yo viví en uno de esos callejones exactamente casi al frente del llamado Callejón del Diablo o Callejón de las Siete Puñaladas vaya nonbrecitos.... por alli llegaba nuestro gran popular Loco Catita... siempre con las mismas preguntas y facha que tu nos haces recordar.
ResponderBorrarGracias Eduardo por esta remembranza.... hoy 21 de mayo 2016 tendremos una reunión de confraternidad la promo 5° A 1977 propulsada por Carmen Chú Villacorta... aunque terminaste un año después nos hubiera gustado estés presente.....Un fuerte saludo y abrazo a la distancia.
Marco Del Carpio Gonzáles
Hola Marco, qué gusto saber algo de ti. Muchas gracias por tu lectura y por escribir a Confesiones a un Árbol.
BorrarSuerte con la reunión de la Promo 1977 Sección A. Tengo buenos amigos entre sus integrantes y con muchos de ellos estudié en diversas secciones de la secundaria.
Abrazos & Bendiciones!!
Eduardo
Yo estudie la primaria con Lucila Romero Bernuy en colegio de 21 de abril en la zona " A ", recordar que al salir , CATITA , ya lo esperaba todos los dias , cargaba sus cuadernos y llevaba de la mano a Lucila hasta su casa.
ResponderBorrarEstimado lector, mucho agradeceremos nos haga llegar su nombre para incluirlo junto a su comentario.
BorrarEstimado Eduardo: Al leer la historia del "loco Catita" con mas detalles de los que muchísimos chimbotanos no conocían, hasta que tu pluma ligera y con alma ha ido descubriendo tan tiernamente, me ha transportado al pasado, traéndole al presente a este peculiar personaje conocido por muchos como el "loco Catita", su figura era imponente pero su voz y su mente era la de un niño. No sabia que había fallecido, pero que Dios lo tenga en su gloria. Felicitaciones a esta grandiosa familia ROMERO BERMUY, que demuestran su buen corazón y un gran ejemplo para nuestras generaciones venideras, como chimbotano me sentiría muy feliz y contento, si se cristalizara esa gran idea "DEL DÍA DEL CUADERNO" MUCHAS BENDICIONES
ResponderBorrarMuchas gracias estimado Anibal por tus palabras, gracias también por compartir la idea del Día del Cuaderno.
BorrarUn abrazo,
Eduardo
Sabes el tiempo que nací y viví en chimbote siempre lo veía por todas partes incluso viendo mi madre falleció el estaba ahí en el velorio y nos acompañó hasta el cementerio .
ResponderBorrarAhora que leo tu historia me evocó en esos años que viví en chimbote , me da mucha pena saber que ya falleció espero que esté mejor en el cielo por también sufrió mucho y me daba mucha pena verlo siempre en la calle .
Pero no sabía la historia de su niñes .
Gracias por compartirla ..... Ahora que la he leído me siento muy triste por evocó los años que viví con mi madre en chimbote y recuerdo a tanta gente que no veo hace muchos años .
Eduardo, me ha conmovido el relato de la vida de mi vecino "catita". Viví en Chimbote hasta el año 1964, jugue con catita quien era un niño muy bueno, recuerdo que nos hacia los "runrunes" de los tarros de leche en 20 segundos y se alegraba mucho, por esa época frente a mi casa en la calle San Martín nª18 "La Baldosa" quedaba mi escuela "Minerva" de la familia Vasquez nos esperaba en la puerta y nos cuidaba en esa época el tenia 14 años aproximadamente y yo 8 años.
ResponderBorrarEduardo me has traído a la memoria muy bellos recuerdos de mi barrio y muchos amigos como "chilico" Jorge, Petete, el abogado Modesto. Tantos sentimientos encontrados. Recordar es volver a vivir dijo un filosofo, ahí estamos recordando a Catita con tu excelente remembranza. Gracias, muchas gracias Eduardo.
Felicitaciones, cuídate mucho. Estoy de acuerdo con el día del cuaderno, todo mi apoyo.
marino181@hotmail.com.
Marino Quesada Garcia
yo viví en la novena cuadra de Pizarro, Catita fué parte de mi historia. Muchas travesuras de niño hizo, pero todo el barrio lo quería. Hacía mandados y otra cosas para ver feliz a la gente. Mucho cariño tenía por la familia chávez, que tenía una tienda. En los años 80 me fuí a vivir a Trujillo a seguir estudios de Medicina humana, y dejé de verloo. Mucha conmoción awntí al saber sobre su deceso. No sé de qué murió. A propósito, Catita nunca fué un loco, solo tuvo una tara, de nacimiento, que al parecer fué una DCM con un agregado disfuncional de Atrazo mental. Actuaba como niño grande.+
ResponderBorrarEn magdalena nueva lo recordamos mucho
ResponderBorrarQuerido Hermano, hoy die encontré en la Internet, con este hermoso relato literario tuyo. Me llenó de emosión la historia y de como la relatas: simplemente hermoso lleno de ternura y sentimiento; por el ser humano y pueblo de Chimbote. Como un alfarero de Antropologia Socio-Cultural penetras una vez mas en los los nervios profundos de nuestro Chimbote. Al leerlo dos lagrimas bajaron de mis ojos, me reencotraba con aquel historico ser humano del pueblo de mi niñez, con el pueblo y con el escritor: mi querido hermano. Te agradesco por tu historia y por tu esfuerzo. Un abrazo fuerte: Alberto QS
ResponderBorrarBonito y sigue escribiendo. Ahora no sé si habrá sobre el loco saul.
ResponderBorrarBuenas tardes. Una hermosa narración que obliga recordar los años felices de mi estancia allá en mi Rico Chimbote. Viví en la cuadra dos de pizarro y saenz peña, conocí de cerca a Catita y recordé mi ñiñez. También esperaba en el portón de la Escuela donde estudié Gloriosa 329. Ya lejos del puerto siempre preguntaba por él. Pero que pena saber que ya nos abandonó. Apoyo tu propuesta muy interesante "El día del cuaderno" en memoria de nuestro LOCO CATITA. Felicitaciones y muchas gracias por este fantástico relato. Saludos.
ResponderBorrarYo debo ser un bendecido, soy sobrino de Ines Romero, cuando estaba en 3er grado Catita me iba a recoger al colegio San Luis Rey, en la cuadra 8 de Pizarro, en su brazo derecho me llevaba de la cintura y yo iba colgado ja ja ja y el la izquierda mis cosas, después de eso mis padres deciden llevarme lejos de Chimbote y en vacaciones regresaba con ansias y Catita nos esperaba con tarros de leche llenos de billetes de millones de intis y nos lo regalaba a mis hermanos y a mí, lo quiero al negro, la semana pasada lo visité. Solo una aclaración está en el Pabellón Santa Luisa no Santa Lucía. Gracias por la hermosa historia.
ResponderBorrar