sábado, agosto 02, 2025

Fernando Bazán Blass

 FERNADO BAZÁN BLASS

Sin lugar a dudas, Fernando Bazán Blass se distinguió como una de las personalidades más interesantes de Chimbote. Su fallecimiento, ocurrido hace cinco meses, conmocionó a la opinión pública y nos recordó su condición de primus inter pares en la construcción de la identidad de nuestro puerto. Su biografía es un mosaico de ricas y diversas experiencias: lustrabotas y canillita, pescador y docente, dirigente barrial, deportivo, sindical y político, investigador histórico y escritor. Cada capítulo de su vida refleja una profunda conexión con las reivindicaciones sociales de su entorno. Y, en su vena intelectual fluyó una curiosidad insaciable que lo llevó a documentar parte de la historia de Chimbote y Áncash a través de una veintena de libros.


Nació en Miraflores, Lima, el 30 de mayo de 1941. Sus padres fueron don Mauro León Bazán Matienzo y doña Gloria Aurelia Blaz Ávila, ambos oriundos del distrito de Huandoval, en la serranía de Áncash. En 1951 la familia se estableció en Chimbote. Su educación primaria la inicio en Lima, continuó en Cajamarca, luego en Huandoval y, a partir del tercer grado, la prosiguió en la Escuela 313 que por entonces tenía como director a don Alberto Torres Guzmán. La secundaria, en el Colegio Nacional San Pedro, y la superior en la Escuela Normal Marianista de Chimbote, filial de la Universidad Católica del Perú, donde obtuvo el título de Profesor en Educación Primaria.


Fernando, al igual que muchos jóvenes de su generación, aprendió a nadar cerca del antiguo muelle que existió frente a la Plazuela 28 de Julio (hoy Plaza Grau). Primero, se nadaba desde la orilla de la playa al viejo “Fierro Mocho” y, luego, con mayor destreza, hasta “La Poza” del muelle. Para él esta zona fue no solo un lugar de recreo, sino también de trabajo, pues aquí aprendió a pescar a cordel caballas, mojarrillas y anguilas.


En 1959, empezó el oficio de pescador, una actividad que ancló su memoria al mar y de la cual ha contado tantas historias. El domingo 1° de enero de 1961, Fernando salió a faenar con el patrón de lancha Pedro “Carpintero” Nolasco, su compadre José “Saltojo" Abanto y la tripulación de la embarcación “Ayllu 1”. Zarparon del Callao con la esperanza de llenar la bodega de bonito, pero, al poco tiempo, un desperfecto mecánico dejó la nave al garete. Pasaron varios días perdidos en altamar, y el viernes 6 de enero un barco de la Armada Peruana los avistó y remolcó hasta el puerto de Huacho. Su labor como pescador tuvo un abrupto final cuando su madre, doña Gloria, tras el ahogamiento de un pescador de apellido Alayo que era inquilino en su casa del Zanjón, le dijo que prefería verlo pobre, pero vivo.


Tuve el privilegio de conocer a Fernando desde mi infancia. Ambos vivíamos en barrios cercanos de Chimbote: él en El Zanjón y yo en San Isidro. En 1968, su hermano Jorge se casó con mi vecina Lucha Guzmán, lo que propició las visitas de la familia Bazán a nuestro vecindario. Además, solíamos compartir los domingos de fútbol en La Pampa de la urbanización 21 de Abril, ubicada frente a mi casa. Allí llegaban peloteros de distintos lugares, entre ellos Jorge, quien ya destacaba en el Unión Juventud de primera división en ese entonces. Fernando también acudía para disfrutar de los encuentros. Estos hechos acontecieron antes del terremoto de 1970. Tras el sismo, los Bazán y otras familias se instalaron temporalmente en carpas levantadas en La Pampa, convirtiendo el terreno de juego en un gran campamento de emergencia.


En 1962, Fernando contrajo matrimonio con Clara Rodríguez Quiroz y establecieron su hogar en la casa familiar de El Zanjón. Hijos, nietos y bisnietos fueron llegando para perpetuar el buen nombre de la familia Bazán. Desafortunadamente, el 14 de julio de 2015, Clara falleció. Años atrás, la madre de Fernando, doña Gloria, había plantado un árbol de pacay en el patio central de la vivienda, el cual, con el paso del tiempo, se convirtió en un refugio espiritual para él. En este patio perdura el tronco del árbol original, se muestran fotografías de seres queridos que han muerto, y ronda el eco de las tertulias del anfitrión con sus amigos. Fuera de las cuatro paredes de la casa, aún laten capítulos de la historia de El Zanjón: la escuela Minerva de don Arsenio Vásquez Romero, el club Unión Juventud y las inundaciones del río Lacramarca.


El domingo 31 de mayo de 1970, mientras la tierra temblaba, llegó al mundo su hija Socorro Milagro. Su nombre simboliza las circunstancias extraordinarias de su alumbramiento: nació en plena calle, a unos metros del frontis de la casa, y fue envuelta con la camisa nueva de Fernando, adquirida para celebrar su cumpleaños el día anterior. El dramático parto fue posible gracias a la perseverancia del padre, al apoyo de la familia, a la labor de la partera que trabajó mientras oraba por su propia familia, a la solidaridad de los vecinos y a la valentía de la madre.


En 1972, Fernando Bazán Blass, Alejandro Ponce Rodríguez, Wagner Geldres Arce y Frank Suárez Puelles conformaron la delegación de docentes de la provincia del Santa que asistió al Congreso de Unificación del Magisterio Peruano, que tuvo lugar en Cuzco del 2 al 6 de junio y donde se fundó el SUTEP. A manera de anécdota, cabe mencionar que en este evento se acuñó el apelativo de “Pensamiento Correcto”, con el cual los compañeros apristas y colegas docentes de Fernando se referían a él. Durante los debates del congreso, diversos grupos de profesores comunistas, que competían por el control del sindicato, proclamaban representar al verdadero pensamiento correcto de las tesis marxistas. En una de las asambleas nocturnas, cuando ya era de madrugada y la mayoría de los delegados dormía en sus asientos, le concedieron a Fernando el uso de la palabra. “No es un pensamiento ni actitud correcta que, mientras uno habla, todos estén durmiendo”, protestó él. Sus amigos celebraron su intervención. “En el Cuzco nació mi chapa”, dijo siempre el buen Fernando.


Entre 1975 y 1977, Fernando ocupó la presidencia de la Liga Distrital de Fútbol de Chimbote. Antes, en el año del terremoto, había sido delegado del club Unión Juventud. Su gestión deportiva fue ampliamente reconocida en la localidad. Incluso obtuvo la cesión de un terreno ubicado al costado del puente Gálvez, donde se proyectó la construcción de la sede institucional. Lamentablemente, dirigencias posteriores perdieron el predio. Los años en que Fernando estuvo al frente de la Liga coinciden con una época de apogeo del balompié local. En primera división destacaban equipos como José Gálvez, Deportivo SiderPerú, Lolo Fernández, Strong Boys, Sport Marítimo, Honorio Gozzer y, ciertamente, la escuadra verde-limón de El Zanjón.


A finales de 1977, inicié mi militancia política en el partido aprista en Chimbote. En ese entonces, Fernando ya era un reconocido miembro de la organización. La vida diaria del activismo partidario fortaleció nuestra amistad. En junio del año siguiente, cuando tenía 17 años, fui elegido subsecretario general de la JAP. Los jóvenes de esa generación trabajamos de manera cercana con Fernando, pues compartíamos el mismo interés por la formación ideológica. Él era un polemista preparado, siempre dispuesto a confrontar a los comunistas en cuestiones filosóficas, doctrinales y programáticas.


En junio de 1979, me eligieron para representar a la JAP en el XII Congreso Nacional del Partido, celebrado en Lima los días 6, 7 y 8 de julio. También asistió Fernando, quien fue elegido entre los adultos. Fue una experiencia extraordinaria. Haya de la Torre se encontraba enfermo y empezaba una nueva etapa para la organización. Compartimos varios días bajo el mismo techo con los líderes históricos Edmundo Haya de la Torre, Armando Villanueva del Campo, Ramiro Prialé Prialé, Luis Alberto Sánchez, Andrés Townsend Ezcurra, Carlos Manuel Cox, Luis Heysen Incháustegui y Fernando León de Vivero. De la generación intermedia estuvieron Carlos Enrique Melgar, Alfonso Ramos Alva y Luis Negreiros Criado. Y de las nuevas hornadas, Carlos Roca Cáceres, Alan García Pérez y Luis Alva Castro. Pocos días después, el 12 de julio, Haya firmó la Constitución de 1979, y el 2 de agosto falleció en su casa de Villa Mercedes.


Fernando dedicó una parte importante de su vida al sector educación, ejerciendo como profesor de aula durante muchos años y ocupando diversos cargos: Supervisor de las Escuelas Municipales (1966-70), Director de Centro Educativo (1987), Director de la Unidad de Servicios Educativos del Santa (1989-90) y de Barranca (1990), siendo además fundador de esta última y cesando en ese mismo año. En otras áreas de su vida pública, fue regidor de la Municipalidad Provincial del Santa (1981-83) y Director de Comercio Exterior y Turismo en la Subregión Pacífico (2005-06). En 2008, trabajó como Responsable de Capacitación y Promoción Social del Programa Social Productivo Construyendo Perú en la Jefatura Zonal Áncash.


En el año 2003 salió a la luz la primera edición de “Historia de Chimbote”, obra de Fernando Bazán Blass que ayuda a entender el proceso histórico del desarrollo y evolución de nuestra ciudad. Hasta el momento, sigue siendo la propuesta más relevante sobre este tema. También son de su autoría: “Proceso Parlamentario de la Creación Política del Distrito de Chimbote” (2000), "Creación política del distrito de Chimbote" (2004), “Historia de Huandoval” (2005), “Historia del ferrocarril de Chimbote” (2005), “Historia del Movimiento Democrático en Chimbote, Presencia Social y Popular Aprista” (2007), “Historia de la Comunidad de Indígenas de Chimbote y Coishco (2009), “Historia cultural y económica de Áncash” (2011), “Panorama histórico de Chimbote” (2012), “La presencia china en la provincia de Santa” (2016), “La guerra con Chile. La barbarie chilena en Chimbote y Tambo Real” (2016), “La Villa de Santa María de la Parrilla” (2016), “La iglesia católica en Chimbote” (2017), “El pisco de Moro y Motocachi” (2017), “Juan Gilberto Meiggs y la propiedad urbana y rural de Chimbote” (2017), “Memorias de la pesca en Chimbote” (2017), “Moro, su gente y su historia” (2018), “Origen histórico de Chimbote” (2019), “Historia de Nuevo Chimbote” (2019), “El Chimbote de Arguedas” (2019), “Historia de Tambo Real Puente o Palo Seco” (2020), “El ferrocarril de Chimbote a Huallanca, Quiroz y La Galgada” (2022), “Historia laboral del pescador en Chimbote” (2024). Su amplia contribución a desentrañar nuestra historia le valió importantes reconocimientos, entre ellos la Medalla de la Ciudad de Chimbote (2011), de Caraz (2013) y del Congreso de la República (2016).


Fernando tuvo entre sus hermanos a la Magíster y Doctora Paula Bazán Blass, quien también es fallecida. Paula fue una destacada profesional que dejó en alto el nombre de su familia y el de la ciudad de Chimbote. Egresó del Colegio Nacional San Pedro en 1953 y luego estudió obstetricia en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Trabajó en hospitales de Chimbote y Lima, siempre enalteciendo su noble profesión. Asimismo, ocupó el cargo de Profesora Principal en la Facultad de Obstetricia de la Universidad San Martín de Porres. En 2005, un año después de su fallecimiento, el Colegio Profesional de Obstetras del Perú, mediante Resolución Nº 083-2005-CN-COP, decidió honrar su memoria nombrando “Premio Anual Paula Bazán Blass” al galardón que anualmente otorga a los miembros de la orden que sobresalen por su excelencia profesional.


Cada año visito Perú. Una vez en Chimbote siempre me reúno con mi buen amigo Bernardo Cabellos, quien también fue dirigente japista en 1978. Le comento mis planes para la estadía en la ciudad. Hasta mi viaje anterior, él solía repetirme: “Tenemos que ir a ver a Fernando”, y así terminábamos en la casa de El Zanjón escuchando al viejo maestro. El anfitrión nos mostraba libros, archivos digitales y fotografías antiguas, y su plática era inagotable. Nuevamente, nos explicaba el pensamiento aprista en relación con las tesis marxistas, como solía hacerlo en sus charlas con la juventud. Bernardo y yo lo escuchábamos con el mismo respeto de hace casi medio siglo, pero también con el cariño forjado a lo largo del tiempo.


Este año ha sido diferente. Regresé a Perú para fiestas patrias y, por primera vez, no fui a ver a Fernando al Zanjón; con Bernardo fuimos a visitarlo al camposanto Lomas de la Paz. Debo mencionar que escribí este relato, o la mayor parte de él, en febrero, con la intención de publicarlo ese mismo mes. Sin embargo, no lo hice porque había unos datos en la información biográfica que necesitaba verificar antes de la publicación. Para tal efecto, le solicité a Bernardo que contactara a Fernando, pero la familia indicó que el escritor no se encontraba del todo bien. El martes 18 de marzo nuestro querido amigo falleció. Cinco meses después, estando yo en Chimbote, logré confirmar los detalles, reescribí el relato inicial y concluí la historia.


La biografía de Fernando Bazán Blass transpira integridad. Su producción bibliográfica revela al historiador inquisitivo y laborioso. Era un hombre leal a sus raíces, apegado a su barrio, esquinero sin prisa, conversador nato, amigo servicial e intelectual sin alardes. Una vida fecunda consagrada a la educación, la justicia social y la historia de Chimbote.


Chimbote, Perú

Agosto 02, 2025

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13 comentarios:

  1. Clotilde Luz Villanueva Gonzales2 de agosto de 2025, 9:07 p.m.

    Excelente relato de una vida pluricultural.

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  2. Gracias por compartir éste relato, Fernando Bazán Blass fue un hombre excepcional que dejó una huella imborrable en la historia de Chimbote y su gente, su vida y obra son un ejemplo a seguir, una fuente de inspiración para las futuras generaciones. 👍💎

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  3. Excelente relato estimado Eduardo , felicitaciones .

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  4. Jonathan Loayza Sifuentes3 de agosto de 2025, 1:54 a.m.

    Y justo hoy, en la conmemoración del fallecimiento de VRHDLT en 1979.

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  5. Gladys Zevallos Chavez3 de agosto de 2025, 2:01 a.m.

    Buen relato de nuestro compañero Fernando Bazan.
    Que descance en paz !!!

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  6. Gracias Eduardo Quevedo Serrano por compartir las CONFESIONES A UN ARBOL, excelente biografía del hombre de bien llamado FERNANDO MAURO REY BAZAN BLASS, quien hizo de la vida una historia. Hombre carismático y bondadoso, deja una valla alta para la familia y los escritores connotados del pueblo de Chimbote y Ancash por ende!!!

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  7. Percy Robles Guibovich3 de agosto de 2025, 8:44 a.m.

    Eduardo, cómo siempre minucioso en el dato exacto de tus personajes. Con Fernando teníamos una gran amistad, lo visitaba y me visitaba , a pesar de tener ideas políticas diferentes, el Aprista yo Populista, de los de antes. Nos respetabamos, esa amistad se prolongó a nuestras familias y soy orgulloso de contar con nuevos hermanos, sobrinos y nietos Bazán,😁 familia que quiero mucho.

    Chimbote está en deuda con él. Los políticos actuales ponen nombre a calles, parques, urbanizaciones de foráneos que nunca hicieron nada por ésta tierra Crisol de todas las razas. Y quien fue nuestro maestro y luchó para que sepamos de dónde venimos, nada y quiénes fueron nuestros ancestros, nada.

    Por Fernando conocemos la verdadera historia de los huanchaqueros, las sesenta manzanas, del ferrocarril, de los migrantes Chinos, Japoneses, de Santa María de la Parrilla, etc. Se le extraña mucho y ojalá la verdadera historia contada con documentos fidedignos, porque era el Único Historiador acreditado. La envidia es mala consejera Honor y Gloria a quien lo merece.

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  8. Gracias Don Eduardo y besitos al cielo a Don Fernando, tuvimos oportunidad de compartir libros en la FIL de Santa y me obsequió su libro de Huandoval. Extraordinario.

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  9. Excelente biografía de don Fernando. Saludos Eduardo.

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  10. Reymundo Avalos Benites3 de agosto de 2025, 1:55 p.m.

    Excelente Eduardo, es uno más de tus publicaciones , un logró a tú esfuerzo, dedicación y a tú investigación.
    Te lo mereces el respeto amigo. Saludos

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  11. UNA GRAN HISTORIA EDUARDO, SOBRE TU AMIGO EL SEÑOR BAZAN Y SOBRE TU AMISTAD CON EL. TE FELICITO,, QUE SIGAN LOS EXITOS DE CONFESIONES A UN. ARBOL

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  12. Anillo al dedo estimado Eduardo !!!
    Gran RECONOCIMIENTO con tu exacto relato a un GRAN HISTORIADOR como al destacado 👏 y con orgullo Exalumno Sampedrano Fernando Bazán .
    Que descanse en la Gloria del Señor.
    Un fortísimo abrazo.

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  13. Bonito relato, conocí al profesor Fernando Bazán, impartía clases (aunque no fué mi profesor de aula) por los años 1978 y 79 en el Colegio Mundo Alegre, 88005

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