LA LUNA Y YO
“... la luna llena, luminosa y
exuberante reina la noche”
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Domingo diez de diciembre del año 2011, cuatro y treinta de la tarde, intersección de la Ruta 4 Este con Oak Street. Es el punto límite entre las ciudades de Dover y Rollinsford en New Hampshire. La luz del semáforo está en rojo. Me detengo. Dover, hacia la derecha. Y Rollinsford, el lugar donde vivo, a la izquierda.
La luz del semáforo cambia, volteo a la izquierda. Miro frente a mi y una maravillosa aparición me deja sin aliento. No es una bella mujer, no es la hermosura del paisaje. Es la luna.
La luna es un disco gigante, color naranja intenso, y suspendido tan cerca y tan bajo en el cielo que pareciera besar la copa de los árboles vecinos. Voy manejando a 60 millas por hora, reduzco la velocidad del auto para disfrutar este mágico momento. A las 4:30 p.m. ya es de noche en New Hampshire, la oscuridad se apodera del mundo, y la luna se ha desvestido para mostrarse radiante, intensa y casi al alcance de la mano.
Salí temprano de casa para “hacer el mercado” y recoger mi árbol de Navidad fresco y natural que tenía comprado de antemano. Llevo los comestibles en la maletera, el árbol navideño de ocho pies de alto va amarrado en el techo del auto. Es invierno en el hemisferio norte, hace frío en las calles, extraño la calefacción de la casa, pero mi encuentro con la luna es cálido y entrañable.
En la radio del auto escucho una entrevista a Paul Simon. Con genialidad él explica el proceso creativo de su propia música, y canta temas de su último álbum "So Beautiful or So What". En un momento de la entrevista el cantautor cuenta que Philip Larkin, uno de sus poetas favoritos, hacia el final de su vida llevaba varios años sin escribir. Y refiere Simon que en una oportunidad se le preguntó al poeta porqué no escribía, a lo que éste contestó: “Mi musa debe haberme desamparado”.
Mientras manejo pienso en la respuesta de Larkin, miro a la luna, y repito para mis adentros: “Esta noche mi musa no me ha abandonado”. La veo tan cerca que si acelerara el auto un poquito, imagino alcanzarla y preguntarle las viejas interrogantes acumuladas en mi mente desde cuando aprendí a recitarle: Luna lunera, cascabelera, ojos azules, boca morena.
"El Túnel": Colina en la calle
Foundry, Rollinsford, NH
(Verano del 2011)
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El recorrido a través de la Ruta 4 Este es de tan sólo tres millas. Al final de mi trayecto en esta vía me encuentro con un semáforo donde, otra vez, debo voltear a la izquierda con dirección a casa. Desde aquí doy una mirada final a la luna. Ella pareciera estar posada sobre la cúspide de Berwick Academy, edificio de una escuela que se yergue al final del camino y sobre lo alto de una colina del vecino pueblo de South Berwick, en el estado de Maine.
He volteado a la izquierda, y luego me deslizo cuesta abajo a través del “Túnel” de la calle Faundry y vuelvo a ver a la luna. En forma diagonal, intermitente y sobre todo coqueta, la luna pareciera jugar a las escondidas conmigo a través de los árboles espectrales y sin hojas apostados al lado derecho del camino.
He llegado al final del “Túnel”, hacia mi derecha ya no hay árboles sino un claro donde se extiende un tramo del río Salmon Falls, y al fondo sobre el horizonte nocturno, otra vez la luna llena, luminosa y exuberante reina la noche, mientras yo continúo mi camino rumbo a mi morada.
Río Salmon Falls, Rollinsford, NH
(Verano del 2011)
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Una calle más y desde la distancia veo mi casa, y al carro de mi esposa apostado en la entrada. Señal que tanto ella como mi hija ya están de vuelta, la calefacción debe estar trabajando, y la casa debe estar calientita.
Estaciono mi auto en la entrada, frente a la puerta me espera mi gato “Kitty” quien me muestra su alegría rodando sobre su espalda. Empiezo a descargar las compras, y luego el árbol navideño. Es el punto final a los quehaceres de un día agitado, y aún me queda un tiempito para escribir.
... Termino de revisar estas líneas. Las inicié sin nada definido en la mente, sólo siguiendo la dirección de mi auto. Y ahora que las he terminado, me pregunto: ¿Por qué las escribí?
En realidad, no lo sé... tal vez las escribí pensando en que la luna y la Navidad se encuentran a la vuelta de la esquina.
New Hampshire, USA
Diciembre, 2011
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Maravilloso. Felicidades por el blog. Nada mejor que la Luna para inspirar tan hermoso artículo. Creo que los que la habían olvidado, gracias a ti volverán a admirarla. Nada como mirar al cielo cuando cae la noche y ver a la musa de tantos escritores y de tantos poetas, a la testigo de tantas promesas, a la cómplice de tantos enamorados. Gracias por compartir cosas tan lindas. Saludos.
ResponderBorrarIsbel
Isbel:
ResponderBorrarGracias Isbel por tu compañía. Algo me decía que disfrutarías de este escrito. Sé que tu dirás: "...es que somos Sagitarios!" Pero yo sé que también es tu romanticismo a ultranza! Jajajaja...
Cuídate,
Eduardo
Estimado Ed:
ResponderBorrarPermíteme decir que yo si sé, porque escribiste este post, lo hiciste porque eres generoso hasta para compartir los detalles pequeños (que en conjunto hacen grande una relación), trazaste estos párrafos también, porque sueles derramar talento en tus personales vocablos, los detallaste porque en estas fechas, el romanticismo es mas acentuado, las musas aparecen con mas frecuencia, te guareces bajo sus amparos, acariciando al Rio Salmón y bajo el embrujo de una oportuna luna, que irradia candor al idílico paisaje que nos ofreces.
Son días reflexivos, donde la inspiración aflora con mas fuerza, son días que el verbo compartir se ejerce con una praxis singular. Brindo por esa conjugación.
Abrazos de admiración.
Lindo artículo escrito y dedicado a la luna...que parece te acompañaba en tu recorrer....me gustó mucho, especialmente de saber que tu musa te esperaba en casa con tu Dorothy Elsa...felicitaciones hermano.
ResponderBorrarMARY
Mary:
ResponderBorrarMuchas gracias, me encanta tu comentario. Sé que está haciendo bastante frío en Berlín. Cuídate.
Eduardo
Lindo relato un verdadero placer leer cada párrafo de "LA LUNA Y YO". Brillante Eduardo Quevedo.
ResponderBorrarAtte. Juan Bazán
Hey Juan, gracias!! Éxitos en tus diferentes proyectos. Un abrazo,
ResponderBorrarEduardo
Hermoso relato, me recuerda que estamos muy cerca de la navidad, hermoso relato. Saludos desde Huaral-Perú.
ResponderBorrarVíctor
Víctor:
ResponderBorrarGracias por tu lealtad para con CONFESIONES A UN ÁRBOL. Saludos para la familia. Disfruta de la tierra y el verano huaralino, antes de volver al invierno de Gringolandia.
Eduardo
La inspiración, espontaneidad para comunicar nuestros devaneos interiores para deleitarnos y deleitar a los demás. Ese geniecillo que nos toca el hombro y nos hace mirar más allá de lo visible, nos muestra caminos insondables para escudriñar en la antonimia de las cosas: lo bueno y lo malo, lo agradable y lo desagradable, la soledad y la compañía, en fin la luna, compañera inseparable de este mundo que se refleja en el mar, en los rios, que alumbra a las parejas enamoradas y que es confidente de tantos amores anónimos , esa luna tambien acompaña al lucero de la navidad.
ResponderBorrarHermoso recorrido, inspiración fluida y elegante narración, ... sigo contemplando la luna...
Un abrazo,
Víctor
Víctor:
ResponderBorrarGracias por acompañarnos en CONFESIONES A UN ÁRBOL. Sigues contemplando a la luna, mientras yo sigo releyendo tu comentario. Siempre los disfruto!!
Un abrazo,
Eduardo
linda narración, nos hace parte del recorrido, compartiendo la fusión de emociones y recuerdos... corriendo en las calles del barrio...para ganarle a la luna.
ResponderBorrarHey Chene:
ResponderBorrarGracias por recordarnos al barrio. Sus veranos inclementes, el cielo azul de sus noches salpicado de estellas y coronad por la luna. Y, entre otras muchas cosás más... los chibolos del ayer pateando la pelota en sus calles polvorientas!!
Un abrazo,
Eduardo
Eduardo, escribiste tu artículo como quien dice, como jugando...y como jugando te comento. Yo vivo aca en Chosica (Lima-Perú) mayormente el cielo casi siempre esta despejado y me es común el paisaje que tu describes, pero te confieso que después de leer tu articulo he vuelto mis ojos al cielo con otras intenciones, de ver lo que tu viste, de sentir lo que tu has sentido.¿Sabes? es verdad la luna guarda ese sentimiento mágico que nos transporta a otra dimension a ese lugar donde solamente los románticos como tu,... o como yo pueden viajar.
ResponderBorrar¡FELIZ NAVIDAD EDUARDO!
Tu amigo,
Javier
Javier:
ResponderBorrarCONFESIONES A UN ÁRBOL es un buen lugar para confesiones tan hermosas como la que nos cuentas. ¡Feliz Navidad!
Eduardo
Hola:
ResponderBorrarRecién desocupándome de los ajetreos previos a la noche buena en Perú. Hoy para MI, es "Feriado NO laborable" en mi trabajo; que lindo descansar y asi comentar tu añadida entrega literaria "LA LUNA Y YO" en tu Libro "Confesiones a un árbol" .
Eduardo, sinceramente para MI, esta prosa fue la mejor entre todas las escrita y publicadas en tu blog, por cierto todas muy lindas.
Noto la inocencia y temor con el que te diriges a la luna, como desentrañando un misterio que a todos siempre nos deja perplejos e hipnotizados por su hermosura y color, es la musa de poetas y cantores; la luna es guia y una sabia inspiración para hacer mil escritos.
Tu la has descrito y has tratado una vez mas, de decirle cosas que ella provoca con solo mirarla, has jugado en este tema con su esplendor de una manera inocente, tierna y sencilla. Cada vez escribes mejor!.
Nelly
Nelly:
ResponderBorrarGracias por escribir. Aprovecha ese día no laborable y siempre mis mejores deseos para todos ustedes por Chimbote.
Eduardo
Eduardo:
ResponderBorrarSin querer jactarme de Ing. Quevedólogo creo saber por qué escribiste este artículo..... tus Musas, sí... tus Musas (la luna, los paisajes, tus cantantes favoritas, tus amores platónicos) te inspiraron, te pusieron el calendario y la fecha de la Navidad frente a tus ojos. A partir de allí todo fue fácil para ti Don Eduardo, romántico empedernido y coqueto (... cuando quieres), porque la luna estaba ahí, quieta, tranquila en el cielo, el coqueto eras tú escondiéndote detrás de las casas y los árboles.
... Y si tus musas te desampararan como a Philip Larkin, los que te conocemos sabemos que inventarías una, como pretexto para seguir plasmando tu corazón en el "papel".
Cuando llegaste a casa te esperaban tus musas, las que siempre están a tu lado, y para que tus "otras" musas no se resientan, escribiste este artículo, para queden perennizadas aquí en tu blog.
Finalmente quiero decirte que: "Luna Lunera, cascabelera, ojos azules, boca morena", es el primer poema que recité a mi madre, luego vendrían otros más.
Un abrazo de pelícano.
MARCO ARROYO.
Jajajaja...!! Marco, a tu conocida (y exitosa) profesión le vas agregando una nueva especialidad de la ingeniería, y también la de psicoanalista. No discuto tus diagnósticos, me conoces demasiado y siempre pierdo contigo.
ResponderBorrarUn abrazo,
Eduardo
Eduardo, Albert Einsten, decía, que creía en la intuición y la inspiración. Asimismo manifestaba que la imaginación es más importante que el conocimiento, porque abrazaba el mundo entero, mientras el conocimiento era limitado. Eduardo debo manifestar que tu imaginación raya con el universo, porque tú capacidad de observación, te lleva a escribir notas tan simples, profundas y con mucha sabiduría. Un abrazo
ResponderBorrarHey Bernardo:
ResponderBorrarNos visitas poco pero cada vez que lo haces entiendo por qué se te extraña durante tus ausencias por las inmediaciones del ÁRBOL. Agradezco tus bellas líneas!!
Eduardo
Maravilloso, es bonito regalar la Luna cuando aparece en el cielo de esta forma, pero no sucede muy a menudo. Gracias, ahora puedo regalar una historia.
ResponderBorrarLourdes:
BorrarBienvenida a CONFESIONES A UN ÁRBOL...tu lectura también es un regalo!!
Eduardo
¡Qué bonito! siempre la luna ha sido fuente de inspiración para muchos poetas, que te hace escribir cosas lindas. Felicitaciones.
ResponderBorrarZoila
Gracias Zoila:
BorrarTener tu visita por acá es siempre una buena noticia!!
Eduardo
Eduardito, hermoso relato de tu viaje a casa acompañado de la luna, donde florece tu vena de escritor y de hombre de paz. La Luna trajo a mis recuerdos a mi Chimbote querido esperando por TV. que el primer hombre pisara la Luna (Apolo 11 año 1969)
ResponderBorrarUn abrazo,
José Luis
Hey Pepucho, recuerdo ese momento de 1969, lo vi en la casa de un vecino que cobraba cincuenta centavos para poder mirar su tele (una de las pocas en barrio)
BorrarUn abrazo,
Eduardo
Hola estimado EDUARDO QUEVEDO SERRANO, felicitaciones por tan inspirador relato, me gustó!.Y es que la luna siempre será una musa inspiradora para todo aquel que se considere romántico y mucho más aún para quienes tienen la pluma de escritor o poeta como es el caso de Ud.
ResponderBorrarSaludos y muchas Bendiciones para Ud. y su querida familia!
Hola Nena, muchas gracias!! Un abrazo grande para ti, cariños para la familia.
BorrarTu buen amigo,
Eduardo
Espectacular relato como regalo a tu gran amigo!!!Lo leí detenídamente muy bellos recuerdos de dos grandes amigos que perdurará siempre pir siempre.Orgullosa me siento de senturme su amiga y como sampredranos tenemos un maravilloso y bello corazón!!!Que sigan los éxitos amigos.Bendiciones.Un abrazote!!!
ResponderBorrarLa luna.... Fuente de inspiración de muchos autores o cantautores... Hay muchas canciones dedicadas a la luna e inspiradas en el amor... Hablar de la luna es hablar de romanticismo... Quien que no haya estado enamorado no haya dirigido su mirada a la luna en una noche de estrellas... Junto a su amor o pensando en ella... acompañado tal vez de una hermosa canción de amor que dice... "los aretes... Que le faltan a la luna... los tengo guardados en el fondo del maaaarrr..." pídeme la luna te la bajare pídeme una estrella hasta ya me iré... " y son innumerables las canciones mi estimado Eduardo..
ResponderBorrarExcelente relato que le inspiró a ud quien?... La luna... Saludos mi estimado
Hermoso y romantico relato. Ojala y muchas mas personas tuvieramos ese toque de ver la cosas desde un punto mas poetico y construir este tipo de relatos que te sobrecoge por lo poetico de la narracion.
ResponderBorrarMuy bonito. Felicitaciones
Felicitaciones Eduardo y no me cansaré de admirar tu habilidad de la narrativa. Me encantó sobre todo Luna lunera cascabelera...muchos cariños a la distancia FELIZ NAVIDAD PARA TI Y TU QUERIDA FAMILIA.
ResponderBorrarLa LUNA, no es sólo tuya, es la luna de los enamorados, es tan fiel que no hay lugar en el mundo, donde no podamos contemplarla, luna de miel, luna Lunera, luna cascabelera, tan lejana y tan cerca, cómplice nocturna de amores, amores fugaces, o eternos, luna de poetas, científicos o simplemente alunados, como tú cómo yo, como todos.
ResponderBorrarEduardo esa luna nos contempla, esa misma luna, esa misma luna. Amigo recibe un abrazo Chimbotano.
Lindo relato mi estimado amigo Eduardo. Un relato que deja traslucir tus encantos dados al romanticismo, siempre muy de vez en cuando me encanta leer y me siento muy cómoda para disfrutar éstos instantes de tus bellos relatos.
ResponderBorrarUn abrazo navideño a la distancia. Rogando a Dios te colme de bendiciones y muchos éxitos.