MI CANAL DE YOUTUBE
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En diciembre del 2010 empecé a trabajar mi relato titulado “Así Nació La Canción A Chimbote” y, a manera de adelanto, quise producir y publicar un vídeo de la canción. En temas de tecnología, debo confesar, yo no sabía leer ni escribir, así que le pedí a mi hija Dorothy de once años de edad que me lo hiciera. A regañadientes ella aceptó aunque sin darme una fecha fija.
Las semanas fueron pasando y nada. Le pedí, le rogué, le exigí y nada de nada. Mi esposa Terry, para darle una salida al impedimento, se ofreció ayudarla. Finalmente lo hicieron juntas. Ese día, yo, discretamente me senté a cierta distancia de ellas para “no estorbar” y emocionado observé la destreza con que crearon el vídeo.
Las semanas fueron pasando y nada. Le pedí, le rogué, le exigí y nada de nada. Mi esposa Terry, para darle una salida al impedimento, se ofreció ayudarla. Finalmente lo hicieron juntas. Ese día, yo, discretamente me senté a cierta distancia de ellas para “no estorbar” y emocionado observé la destreza con que crearon el vídeo.
En enero del siguiente año abrí mi canal en la plataforma de YouTube, lo denominé “Música del Recuerdo, etc.”, y ahí publiqué mi primer vídeo musical: “A Chimbote” de la orquesta Los Rumbaney. Meses después reuní un buen material fotográfico, y en mayo Dorothy produjo un segundo vídeo con el tema “Maracuyá” de la misma orquesta. A partir de ahí pasaron seis años sin nuevas producciones, hasta que el 17 de mayo del 2017 me senté frente al computador, me hice la señal de la cruz, y empecé a crear el primer vídeo hecho por mí mismo: la canción “Te Quiero, Te Quiero”, también de Los Rumbaney.
La música es algo que desde niño corre profusamente por mis venas. Pasó el tiempo, me llené de años y sigo escuchando las mismas melodías de mi niñez y adolescencia. Soy un fanático de las canciones románticas modernas y antiguas. He creído siempre que las fuentes iniciales que me inocularon el amor por esta música fueron mi madre, dos bares y un cine de mi barrio, y todo ello aconteció en la segunda mitad de la década sesenta y la primera de los setenta.
Nací en 1960, no siempre tuve radio en casa pero mi madre cantaba y silbaba como una alondra desde el amanecer. Los charros mexicanos Jorge Negrete, Pedro Infante, y Javier Solís fueron sus cantantes favoritos. Nuestra familia fue numerosa y mi hogar una colmena de laboriosidad. Y ahí crecimos con ella arrullados por su buena voz y alegre silbido.
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| Antiguo Cine San Isidro de Chimbote, ubicado en la cuadra once de la Avenida Aviación |
Y algo más. En un relato anterior ya he contado que a los siete años de edad empecé a visitar el cine San Isidro con mi cajón de lustrabotas a cuestas. Con el tiempo mi papá me encargó en el cinema la venta de los comics que él ya no necesitaba en su tienda de abarrotes. Y poco después también mi mamá me enviaba con una fuente de dulces. Noche a noche trabajé y me familiaricé con el mundo a media luz de las afueras del cine. Frente a éste había un famoso bar llamado “La Balsa”, y en su rockola giraban sin cesar los discos de aquel tiempo. Yo los escuchaba desde la vereda opuesta, y no olvido las tres canciones que con más frecuencia eran repetidas. Una era "La Copa Rota". Otra fue "La Cárcel de Sing Sing". Y hoy que escribo esta historia siento que la tercera no podía tener un mejor nombre: "Olvidarte Nunca".
El 17 de mayo del 2017, tras azarosas horas de trabajo terminé mi primer vídeo. La canción “Te Quiero, Te Quiero” me quedó relativamente bien. Así comencé. Hoy en día el canal tiene casi un centenar de vídeos, y si no son cien redondos es porque en el camino YouTube eliminó varios en razón a cambios en las políticas de derecho de autor. El aprendizaje fue tortuoso pero cada nuevo vídeo superó la calidad del anterior. Lo cual me dejaba sentimientos encontrados, pues los primeros fueron precisamente de mis canciones super favoritas. Y los hice cuando recién aprendía las primeras letras del arte de producirlos.
Dentro de mis primeros vídeos hay tres canciones que son algo especial para mí. En realidad yo no creo que ciertas melodías devengan nuestras favoritas porque sean mejores que otras. Pienso que tal predilección se debe a que en la memoria están asociadas a momentos especiales o específicos de nuestras vidas. Y por eso las amamos más.
El 17 de mayo del 2017, tras azarosas horas de trabajo terminé mi primer vídeo. La canción “Te Quiero, Te Quiero” me quedó relativamente bien. Así comencé. Hoy en día el canal tiene casi un centenar de vídeos, y si no son cien redondos es porque en el camino YouTube eliminó varios en razón a cambios en las políticas de derecho de autor. El aprendizaje fue tortuoso pero cada nuevo vídeo superó la calidad del anterior. Lo cual me dejaba sentimientos encontrados, pues los primeros fueron precisamente de mis canciones super favoritas. Y los hice cuando recién aprendía las primeras letras del arte de producirlos.
Dentro de mis primeros vídeos hay tres canciones que son algo especial para mí. En realidad yo no creo que ciertas melodías devengan nuestras favoritas porque sean mejores que otras. Pienso que tal predilección se debe a que en la memoria están asociadas a momentos especiales o específicos de nuestras vidas. Y por eso las amamos más.
“Amada Amante” de Roberto Carlos me trae a la mente las verbenas musicales de mi niñez. Yo iba a todas las que se organizaban en los barrios vecinos, y recuerdo que este tema era cantado en cada una de ellas por un joven que se presentaba como "El Leo Dan Chimbotano", pero era más conocido por un apodo cruel que prefiero no repetir aquí. “El Último Romántico” de Nicola Di Bari es como un retrato de mi adolescencia, pues por entonces me sentía el personaje de la canción. “Es Así Como Te Quiero” de Los Galos me retrotrae a un momento puntual: un día de 1974 arreglaba una bicicleta en el taller de mi padre, en nuestro transistor a pilas oíamos Radio Progreso, de pronto escuché por primera vez esta canción, y desde ese instante se convirtió en una de mis favoritas para toda la vida.
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| Royal Albert Hall, Londres. Año 2011 Viaje de visita a la capital inglesa |
Los años que viví en Europa ampliaron mi universo melómano. Residí una década en Londres, y aquí me intimé con diversas corrientes musicales que antes no conocí. En la capital inglesa me casé con Terry, quien tiene formación académica en música, y en la casa sonó siempre el piano y otros instrumentos. Fuimos a veladas de jazz, pop, gospel y otros géneros. Y cada verano asistimos al Royal Albert Hall para disfrutar de los famosos conciertos de música clásica conocidos como los “Proms de la BBC”, donde vimos a las mejores sinfónicas y directores del mundo.
Aparte de mi madre, los dos bares y el cine de mi niñez, hay otro elemento clave en mis primeros aprendizajes relacionados con la música. Es algo más visual que auditivo. Durante los años de mi cajón de lustrabotas yo solía caminar por los alrededores del mercado Modelo de Chimbote, y a menudo ingresaba a una tienda de discos ubicada en la cuadra siete del jirón Espinar. Se llamaba “Discos Obregón”. Aquí pasaba horas interminables mirando las carátulas de los Long Plays. Poco más de medio siglo después aún puedo ver al niño disfrutando de la estantería de vinilos, como si estuviera en el interior mismo de una fábrica de dulces.
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| Canal "Música del Recuerdo, etc". Agosto 2019 Número de visitas = 1'000,036 Número de suscriptores = 2,164 |
Mi vida actual en Estados Unidos coincide con una etapa de mayor sosiego y creatividad. Los conciertos de Europa han sido reemplazados por caminatas al río. Y al bullicio de los altoparlantes hoy prefiero la privacidad de mi laptop y auriculares. Cuando escucho música a veces tropiezo con canciones que me gustaron mucho en el pasado. Normalmente las anoto en mi abultada lista de “tareas pendientes” con la idea, improbable, que más adelante encontraré tiempo para recrearlas en formatos nuevos.
Todo empezó como jugando dice una canción. Y así mismo empecé este proyecto. Esta semana mi canal de YouTube alcanzó un millón de visitas y superó ampliamente los dos mil suscriptores. Sé que no es mucho en relación a otros canales, pero lo inicié sin pretensión alguna y sin saber leer ni escribir. Hoy he querido garabatear estos apuntes a manera de celebración.
¡Salud por la música!
Para visitar el Canal “Música del Recuerdo, etc.” de YouTube, sólo tienes que darle un clic al siguiente enlace: https://www.youtube.com/user/edchimbote
Chimbote, Perú
Agosto, 2019
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