sábado, abril 28, 2012

Carmen Rosa en Cuatro Actos


CARMEN ROSA EN CUATRO ACTOS
Corría 1975, tenía yo 14 años de edad y cursaba el tercer año de secundaria en el aula 3º “B” del colegio San Pedro de Chimbote, Perú.
Era entonces un chico muy tímido. Y en aquel año en mi salón de clase, encontré a la chica más bonita del mundo.

¿Su nombre? Carmen Rosa.
¿Y qué se espera que pudiera pasarme?
Bueno, pues, que me enamoré. 
Me enamoré con ese amor platónico y lánguido de los adolescentes tiernos. Torpe en el mundo de las carpetas y los cuadernos, pero maravilloso en el mundo de los sueños y las fantasías.

Ella fue amable y atenta conmigo, pero jamás se enteró del porqué yo me turbaba tanto cada vez que la veía.
O ¿Se enteró? Nunca lo supe.
Recuerdo que un día, conteniendo (a las justas) el temblor de mi cuerpo, le dije, “Carmen, esta noche a las ocho, escucha Radio Chimbote, va ha haber algo para ti”.
Al final de clases, ese día, caminé con dirección a la tercera cuadra del jirón Elías Aguirre. Llegué al edificio de Radio Chimbote, y subí las escaleras que conducían a las oficinas de este medio ubicadas en el segundo piso. 
No encontré una secretaria, sólo a un locutor que hacía de todo a esa hora, su nombre era Antonio “Chito” Balta Rodríguez. Le dije: “Quiero que esta noche toque dos canciones dedicadas a una amiga”.
El señor Balta me preguntó por el nombre mío y el de mi amiga, y por el título de las dos canciones, y me dijo el precio. Le di lo que me pidió. Escribió los datos en un papelito y lo metió al bolsillo junto con mis monedas.
Esa noche, tendido sobre mi cama, anhelante esperé con un radio a pilas junto a mi cabecera. Escuché nuestros nombres y escuché las canciones. 
Historia de Amor, interpretada por Andy Williams, invadió de romance a la noche; y, Nostalgia, en la afligida voz de Dyango, le añadió sentimiento al sentimiento mismo. 
Luego me sobresalté. Me di cuenta que después de las canciones iba a sentir vergüenza estar frente a frente con Carmen. No quise ir a la escuela al día siguiente. Era como haber cazado al oso y no saber qué hacer con su piel. 
Pero entendí que ausentarme haría las cosas peor. Así que fui a clases. Nada en especial pasó. Evité a Carmen Rosa todo el día, y posiblemente por un par de días más. Cuando finalmente reconocí que me encontraba atrapado en mi propia telaraña, le pregunté si había escuchado las canciones. 
Y... no dije nada después que ella respondió que sí.



Un día de las vacaciones escolares del verano de 1976, me encontraba por los alrededores del mercado Modelo, en el centro de Chimbote, buscando unos repuestos que mi papá me había mandado comprar para su taller de bicicletas.
Entre el gentío que se apretujaba en la esquina de los jirones Manuel Ruiz y Leoncio Prado, cerca de la juguería Mechita, súbitamente vi la cara de Carmen Rosa.
La vi por un instante. Tal vez por un segundo. Su cabello castaño claro y la luz de su belleza se hicieron sentir como un rayo de sol en aquel mediodía radiante. Por una fracción de segundo no supe qué hacer. Era la primera vez que veía a Carmen Rosa fuera del colegio. Me miré a las ropas de mecánico que vestía, y sentí que en tales fachas no podía acercarme a tan maravillosa aparición que se alejaba ya del alcance de mi vista.
Reaccioné y decidí seguirla. De los flashes visuales de su cuerpo en movimiento entre el ajetreo de la gente, distinguí que vestía un top naranja y pantalón color pastel. Traté de verla más, pero desapareció. La busqué por los alrededores del mercado. Fue definitivo: Ella desapareció entre la muchedumbre.
La repentina aparición de Carmen Rosa en aquel mediodía radiante, probaría ser decisiva en la trama de mis recuerdos en los años posteriores. 
Durante la secundaria siempre la había visto vistiendo su uniforme escolar. Pero en los años que siguieron, cada vez que llegó a mi mente, lo hizo vistiendo aquel top color naranja y aquel pantalón color pastel. 
Y su belleza siguió siendo la misma de aquel mediodía radiante del verano de 1976.  


Hacia la mitad de los años ochenta yo era una persona un poco diferente. Trabajaba y estudiaba en la ciudad de Trujillo. Era un destacado estudiante de leyes. Y era también un eficiente jefe administrativo en el Seguro Social.  Años atrás había incursionado en la política y algunas personas decían que me aguardaba un buen futuro.
Durante este período de mi vida en Trujillo, viajaba a Chimbote los fines de semana para visitar a mis padres. Y así, un buen día, durante una de las visitas, este hecho aconteció. 
Salí de mi casa en la avenida Aviación para tomar un colectivo. Uno de esos carros viejos que hacían el servicio de transporte de pasajeros desde la urbanización El Carmen y atravesaban el centro de Chimbote. Caminé hacia el jirón Balta, y frente al mercado 21 de Abril esperé por mi colectivo.
Se acercó uno y lo hice parar. Noté que los dos asientos delanteros estaban ocupados. Y reparé también que uno de los cuatro asientos posteriores estaba libre. Así que abrí la puerta posterior y me acomodé en su interior. Una vez sentado pude ver a los otros pasajeros. Y entre ellos, sentada al otro extremo de mi asiento, volví a ver a Carmen Rosa después de varios años.
Ella y yo mostramos sorpresa al volver a vernos.
Mientras descubría que la belleza de Carmen sólo se había enriquecido con los años, en mi mente yo me repetía: “Muy bien Eduardo. Tú eres un adulto ahora. Tú eres una persona segura ahora”.
La conversación durante los cinco minutos que compartimos el colectivo fue buena. Yo sonreía, hablaba con aplomo, y movía las manos con esa certeza que había aprendido en la política. Carmen conservaba su encanto, los hoyuelos de sus mejillas seguían dándole ese aire agradable que siempre tuvo. Conversó menos que yo, pero sin dejar de ser interesante.
El colectivo avanzó por Balta, volteó hacia la derecha con dirección a la avenida Pardo y mantuvo esa ruta. Una vez en la intersección con el jirón Elías Aguirre, le dije a Carmen que yo bajaba en la Plaza de Armas, ubicada una cuadra más adelante. Lo mismo hice notar al conductor, mientras le alcanzaba la tarifa habitual. 
El colectivo se detuvo frente a la Plaza de Armas. Traté de esbozar una sonrisa, y dije a Carmen, “ha sido un placer volver a verte”. Ella, acompañó sus palabras con una leve sonrisa, y respondió, “para mí también”. Abrí la puerta del carro y salí. El conductor reanudó su marcha, y tuve tiempo para darle una última mirada con un signo de despedida. 
El auto se llevó a Carmen y desapareció de mi vista. 
Una sensación de fastidio se apoderó de mí. Sentí como que había fallado en algo. Primero pensé que, siendo un caballero, debí ofrecer pagar su pasaje. Y mientras forcejeaba con ese primer pensamiento, otro más punzante se coló en mi mente: ¿Por qué no le pregunté si podía llamarla?
Todavía caminaba con esta piedra en el zapato cuando llegué a mi destino, una oficina donde debía realizar unos trámites. Aquí la recepcionista me preguntó, “¿En qué podemos servirlo?”. Y con su pregunta, me devolvió a la tierra.



En julio del año 2010 hice uno de mis acostumbrados viajes al Perú. Estando en Chimbote, un buen día me dediqué a limpiar la sala-comedor de mi casa. Mi madre me había dicho: “Haz una limpieza general y no dejes nada detrás de los muebles”.
Tratando de cumplir sus órdenes, necesité mover la pesada vitrina donde se guarda la vajilla. Moví el costado izquierdo un paso adelante. Luego el costado derecho un paso adelante. En seguida el costado izquierdo otro paso adelante, y entonces, en el espaldar de la vieja vitrina vi algo... que me hincó el corazón.
Encontré un dibujo hecho a lápiz. Era un corazón con la flecha de Cupido, y los nombres de Eduardo y Carmen Rosa. Y había una fecha: 11/01/1976...
Entonces recordé el día en que lo dibujé: Fue a mi regreso del mercado Modelo de Chimbote, después de ver a Carmen Rosa... cuando su cabello castaño claro y la luz de su belleza parecieron un rayo de sol en aquel mediodía radiante del verano de 1976.


Eduardo, 1975
New Hampshire, USA
Abril, 2012
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61 comentarios:

  1. BONITA HISTORIA DE AMOR, AMOR PLATONICO,,,,,PERO AMOR. ESTE RELATO LLENO DE ILUSION, DE JUVENTUD, DE LA TIMIDEZ Y NO ATREVERSE A DAR EL PASO ,,,,TE ENGANCHA Y DAN GANAS DE LEER MAS...
    NENA

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    1. Hola Nena, gracias por escribir. Saludos por Barcelona y cariños para la familia en Trujillo!!
      Eduardo

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  2. Encantas a tus lectores cuando escribes y mas cuando lo haces sobre este sentimiento tan puro y sincero ( AMOR) . Felicidades Eduardo!!!!

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    1. Estimada Isbel, bienvenida nuevamente a CONFESIONES A UN ÁRBOL. Te hemos estado extrañando. Saludos por Florida!!
      Eduardo

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  3. Marco Antonio Arroyo Benites28 de abril de 2012, 3:23 p.m.

    Eduardo:
    Somos amigos desde niños y estuvimos en la misma aula del Tercero "B" en 1975, y sabes también que conozco bien la historia de Carmen Rosa. Siempre pensé que la única razón por la cual no se dio ese romance, fue tu timidez, pues tu también le gustabas a ella. Incluso ella se lo dijo a nuestra amiga Pocha al final del año escolar de ese mismo año.

    De todas maneras, todo lo que vivimos durante esos años fueron momentos bonitos que hoy los evocamos con cariño.

    Un abrazo de pelícano.
    MARCO

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    1. Hey Marco, gracias por escribir. Hoy hemos tenido la oportunidad de tocar ese tema "largo y tendido" a través de Facebook... ciertamente fue interesante y pudimos desempolvar muchos recuerdos.
      Un abrazo,
      Eduardo

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  4. Querido Eduardo, a mi me da mucha pena este tipo de historias de amor, especialmente las que nunca se concretan por cualquier motivo. Soy muy romántica aunque se que se reirá mas de uno que me conoce, pues mi trato es adusto, directo y férreo....pero...el amor se lleva en el alma, el amor es un sentimiento sagrado, el amor es un secreto que solo nuestro corazón lo conoce bien. Eso, te pasó con Carmen Rosa; tenías un amor secreto, la calidez que invade el amor estaba alli latente en tu alma y seguramente te hacia sufrir no concretizarlo o calmar esa calidez y hasta tu corazón gritaba confiésalo!!! pero siempre hay algo en la vida que nos detiene y no damos el primer paso, a quien no le ha pasado eso?.... no confesar un amor no es cobardía, no es por complejos, no es falta de decisión, es algo mas, es algo inentendible, es un punto indecifrable que se tiene en el interior decisorio de cada persona que pone en la disyuntiva del si ó NO, que requiere un lo hago ó no lo hago; es como una cosa indomable a la vez desdeñable ... no puedo descrifrar que es lo que impide o determina optar por confesar el amor.... solo dire "las cosas del corazón" son INDECIFRABLES!

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    1. Hola Nelly, gracias por leernos y por escribir. Saludos, y siempre lo mejor de lo mejor para tí y los tuyos.
      Eduardo

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  5. Buenisimo chato... un gran abrazo.

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  6. Janeth Alcalde Rodríguez28 de abril de 2012, 7:48 p.m.

    Hola,
    Eduardo, estoy muy emocionada por tu relato. En esta ocasion de tu amor de adolescente, me parece un episodio muy emotivo, muy romántico, y en especial tierno, cálido, sincero, puro, como aquellos amores que se tienen en esta etapa de nuestras vidas, donde uno se siente en un mundo aparte y en esta narrativa siento y me imagino al escritor muy enamorado y lleno de sentimientos encontrados al narrar estas vivencias, y esto hace que el lector sienta deseos y ganas de seguir leyendo.

    Te felicito, sigue escribiendo. Un beso y un abrazo. Tu vecina, ah, y por cierto a ese muchachito de la foto yo lo conozco.....jejeje
    Janeth

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    1. Janecita de mi corazón, tu como mi vecina que crecimos con nuestras casas una al lado de la otra... creo que me conoces más de una historia... Jejeje...!!
      Gracias por escribir. Saludos para don Raul y doña Juanita. Cariños para toda tu familia!!
      Chato

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  7. Extraordinario Relato Eduardo, como Sampedrano puedo decir que en las aulas de nuestra Alma Mater cada uno guarda en su memoria afectiva el recuerdo del primer amor. Y en este caso la historia con un final de despedida.
    Felicitaciones.
    Atte. Juan Bazán

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    1. Hola Juan, gracias por escribir. En mi próxima visita a Chimbote te recordaré tu comentario, y te pediré que me cuentes tu propia historia del Colegio San Pedro...Jajaja...!!
      Eduardo

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  8. Muy linda Historia y sentimientos inocentes...me encanto quien no ha sentido en su niñez, te felicito por compartir tu historia, un fuerte abrazo y muchas bendiciones..

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    1. Hola Guicel, bienvenida a CONFESIONES A UN ÁRBOL. Gracias por tus palabras. Éxitos en tu vida!!
      Eduardo

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  9. ALICIA CASTILLO DE SIRVAS29 de abril de 2012, 5:52 a.m.

    COMO SIEMPRE MUY ENCANTADORES TUS RELATOS Y ESTE TAN ESPECIAL DE UN AMOR FRUSTRADO DE JUVENTUD, SALUDOS AMIGO Y SIGUE ADELANTE CON TU BLOG.
    ALICIA

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    1. Hola Alicia, gracias por acompañarnos con tu lectura. Saludos para la familia, cariños para el nieto!!
      Eduardo

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  10. Víctor Raúl Arellano Salazar29 de abril de 2012, 6:11 a.m.

    Cada vez la sorpresa va en aumento, esta entrega –más allá del tema platónico- evidencia como el relator vive un proceso de maduración en su estilo: coherencia, secuencia, fluidez; presentación, nudo, desenlace; creatividad, talento, perseverancia.

    El tema concatena vacilación, encuentro y lejanía acciones cotidianas en el quehacer humano que nos involucran a todos en un tiempo que permanece en el pensamiento, la imagen retenida del hecho que como tal se proyecta para seguir siendo imagen recreada y recreadora.
    Con las propias palabras del escribidor: sentimiento al sentimiento mismo.

    …Y el final una exquisitez: cabello, luz y belleza elevados al concepto de perennidad idealizados en un rayo de sol, solo un rayo en aquel mediodía. Movimiento, resplandor y sentimiento puro, un verdadero flechazo de Cupido convertido en una confesión más ante el árbol de la vida al que ya nos tiene acostumbrados Eduardo.
    Víctor

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    1. Víctor, he leido tu comentario varias veces y he saboreado cada una de sus líneas, no porque trate sobre algo que yo he escrito, sino porque tu escrito, en si mismo, es una bella pieza de literatura.
      Un abrazo que dure toda una vida,
      Eduardo

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  11. Bernardo Cabellos Sabino29 de abril de 2012, 8:50 a.m.

    Lo pureza de los grandes amores crecieron y se fortalecieron donde se mantiene la historia de tu relato ¿Sabes porqué?, porque allí nadie lo mancha, allí todo es limpio y puro, asi se mantendrá por siempre. Es así como debe ser la vida.

    Independientemente de la historia un gran relato, bien Eduardo. Un abrazo.
    Bernardo

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    1. Hola Bernardo, gracias por tu permanente lectura y tu amistad a través de los años. Buena suerte con esas cosas que tienes pendientes. Tus amigos haremos fuerza por ti.
      Un abrazo,
      Eduardo

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  12. NARCISA VÉLEZ OLAZÁBAL29 de abril de 2012, 2:23 p.m.

    EDUARDO:
    Este es un relato de un adolescente, quien con mucha precisión detalla su historia de amor que contiene mucha inocencia y pureza.

    "La damita es bella como un rayo de sol" y me parece que tendrías que agregarte como personaje principal lo siguiente:
    "ERA ENTONCES UN CHICO MUY TIMIDO, APUESTO, HERMOSO, CON UNA LINDA SONRISA Y UN ROSTRO ANGELICAL". Así los detalles van parejos ¡QUÉ TE PARECE! ¡REAL VERDAD!

    ¡QUÉ HERMOSA DECLARACIÓN DE AMOR! ¡DEDICARLE TAN BELLAS CANCIONES POR LA RADIO! Escuché muchísimas veces a CHITO BALTA famoso locutor chimbotano.

    "LOS ALREDEDORES DEL MERCADO MODELO" donde la gente se abre un espacio creando su fuente de trabajo, compitiendo con precios más económicos con los de adentro, allí fuimos todos a comprar alguna vez porque se vendía de todo y al final rematábamos con un exquisito jugo, donde después nos daban la "YAPA", tal vez también coincidimos con la "JUGUERÍA MECHITA".

    Después de este bello relato de miradas, sonrisas y expresiones de amor impacta ¡QUE BUEN HALLAZGO! "EL CORAZÓN CON LA FLECHA DE CUPIDO CON LOS NOMBRES DE EDUARDO Y CARMEN ROSA".

    Te agradezco por hacernos disfrutar de este hermoso relato impregnado de dulzura, amor, ternura, inocencia, y también nos haces recordar lugares, detalles, hechos y momentos históricos de nuestro querido Chimbote. BESOS Y TE DESEO MUCHO ÉXITO.
    TU AMIGA NARCISA

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    1. Narcisa de mi corazón, han pasado tantos años desde que nos conocimos, pero ni el tiempo ni la distancia merman la calidez de nuestra amistad. Un gran cosa el tenerte tan cerca: a la distancia de una tecla, de un mensaje, de una broma... en tanto llegue el día en que nos podamos dar un gran abrazo.
      Eduardo

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  13. MUY BUENA HISTORIA DE AMOR CHATO, COINCIDO CON ALGUNOS AMIGOS EN LO PURO Y VERDADERO QUE PUEDE LLEGAR A SER EL AMOR A ESA EDAD. UN ABRAZO AMIGO.
    TU PATA CHACA.

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    1. Hey Chaca, gracias por tus palabras. Saludos para Marleny y toda la familia en USA y Perú!!
      Tu amigo Chato.

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  14. Excelente relato tan romántico, quien no ha tenido un amor platónico. Bonita historia, te felicito. Saludos y cuídate. chau!!!
    Tu amiga Zoila

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    1. Hola Zoilita, gracias por tu permanente compañía. Saludos para la familia en Chimbote!!
      Eduardo

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  15. Eduardo, tu relato muy bonito y romantico a esa edad el amor es puro y sincero. Felicitaciones amigo.
    Saludos.
    Tu amiga virtual
    María
    Un Abrazo

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    1. Hola Mary, gracias por escribir y gracias por tu amistad. Saludos!!
      Eduardo

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  16. Eduardo,
    Cómo estás? no se si te acuerdas de mi pero siempre trato de leer tus artículos y te aseguro que este último es muy parecido al mio. Yo conoci a una muchachita tan bonita q estudiaba en el colegio Imaculada, yo tenia 16 años y ella 14, primero traté por todos los medios de hacerme de su amistad,
    porq yo ya estaba locamente enamorado, luego q fue mi amiga andábamos a todo lado juntos: fiestas, partidos de voley, basquet, en el Paul Harris, donde íbamos siempre lo hacíamos juntos nunca saliamos sin el otro al lado, y siempre q quería decirle q fuera mi enamorada me trababa y nunca podía decirle nada, hasta q para mis 18 años de edad le robé un beso y ahora es mi esposa y madre de mis dos hijos.

    ¿Ves que parecido? solo con la diferencia de q yo dejé mi timidez de lado por un solo segundo al robarle el beso.

    Bueno Eduardo, cuídate y sigue escribiendo.
    Muchas bendiciones,
    Elmer

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    1. Hola Elmer, me alegra saber que lees mis relatos. ¡Claro que si me acuerdo de ti... y bastante!!. Grandes tiempos los años '70s. Me hubiera gustado escuchar tu consejo 36 años atrás..Jajaja!! Aunque yo también estoy casado por muchos años y tengo una hija.
      Un abrazo,
      Eduardo

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  17. Estimado Eduardo.
    Nuevamente corroboro la existencia de una suerte de paralelismo y coincidencias en nuestras vidas, que quizás sea la vida de todos los que vivimos esa época. Tu Carmen Rosa fue para mi, ¡Yaneth!, un amor recíproco sin concresión o en todo caso, una concresión virtual. Encuentros esporádicos con resurección de sentimientos, una probabilidad que sólo se quedó en eso. Carmen Rosa sanpedrana al igual que Yaneth quien me acompañó en mis sueños por siempre. Si la intención de un escritor es hacer que la historia que escribe hagan suya sus lectores, pues conmigo lo has logrado por completo. ¡Tu historia es mi historia! Un abrazo estimado Eduardo.
    Alberto

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    1. Hey Alberto, como dice la frase: Una pena entre dos es menos atroz...Jajaja!! Es sólo un decir. (continuaremos auscultando esas coincidencias conforme avancen las confesiones...)
      Un abrazo,
      Eduardo

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  18. Eduardo:
    Que lindos y hermosos recuerdos de un amor de juventud que pudo ser el mas bello pero que quedó como el mejor de los recuerdos, y déjame felicitarte por tan nobles sentimientos, te conozco desde la escuela y desde alli se notaba que eras un gran chico. Quisiera preguntarte: ¿xqué no publicaste el corazón flechado x cupido? Ese también es un gran recuerdo y era la forma de comunicación de los enamorados. Un abrazo a la distancia.
    Tu amiga Ana

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    1. Hey Ana, tal vez en mi próximo viaje a Perú le tomo una foto al dibujo de la vitrina. Y si para entonces estás en Chimbote a lo mejor me ayudas a mover la vitrina. Gracias por escribir. Gracias por tu amistad. Cariños para la familia!!
      Eduardo

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  19. Hola Eduardo, degustando de tu hermoso y rico relato, tan concentrado y metido en tus historias andaba que al leer los últimos escritos seguí buscando y me supo a poco. Y esta ves la espera de tu artículo me pareció larga... era las ganas de comenzar a leer tus hermosas narraciones. Gracias Eduardo por tus relatos. Saludos a tu familia.
    Víctor Santana - Tampa, Florida, USA

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    1. Hey Víctor, muchas gracias por tus palabras. Tu lectura y tu amistad son siempre reconfortante, y un estímulo para seguir escribiendo.
      Un abrazo hermano,
      Eduardo

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  20. MARY QUEVEDO DE ALEMANIA1 de mayo de 2012, 5:08 a.m.

    HERMANO, LINDO RELATO DE TU INFANCIA...QUIEN NO HA PASADO POR ESO...POR LA ETAPA MAS PURA DE SUS VIDAS...YO TAMBIEN TUVE A ESA EDAD MUCHOS ADMIRADORES PERO NINGUNO SE ANIMABA A DECIRME ALGO....A PESAR QUE YO QUERIA QUE UNO AL MENOS ME DIGA ALGUNA PALABRA DE AMOR...TU RELATO ES HERMOSO Y TU VALENTIA DE GUARDAR EN EL SILENCIO LOS SENTIMIENTOS DE UN AMOR PLATONICO ES PROFUNDO...ME GUSTO MUCHISIMO LA HISTORIA DE CARMEN ROSA.

    TE FELICITO Y GRACIAS POR DELEITARNOS SIEMPRE CON TUS RELATOS TAN EXTRAORDINARIOS...GRACIAS HERMANO, SALUDOS A LA FAMILIA.
    MARY

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    1. Hola Mary, gracias por tu lectura y por escribirnos con regularidad. Cuídate. Saludos para Fernando. Abrazos!!
      Eduardo

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  21. Estimado Eduardo: Juventud, etapa importante de nuestra vida en la que nos suceden las cosas más increíbles que uno pueda pensar. Años maravillosos que nos recuerdan la etapa del enamoramiento, del amor para toda la vida. Pero también de nuestra timidez e incertidumbre frente a la otra persona. ¿Y qué pasa si me dice no? O del clásico por qué no hice o no dije tal o cual cosa, como en tu caso: por qué no le pedí su teléfono?

    Una narración impecable, hermosa, que nos traslada a la etapa de nuestra adolescencia y juventud, aquella en que nos ilusionamos con la chica de nuestros sueños, etapa en que las canciones hablan por nosotros. Pero también la etapa en que asumimos una actitud de cambio frente a la sociedad.

    Nuevamente, como en anteriores artículos, FELICITACIONES por tan lindo relato. Y las canciones, hermosas melodías. Una de ellas la versión castellana de Love History, aquella hermosa película con Ryan O'Neal y Ali Mcgraw. Eres grande Eduardo, de eso no hay ninguna duda.

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    1. Hey Papi, gracias por tu lectura y gracias por tus palabras. Disfruto de cada uno de tus propios artículos, de tu variedad de temas, de tu pasión por los temas del recuerdo, y de tu profundo conocimiento de la música en sus diferentes géneros.
      Un abrazo,
      Eduardo

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  22. Pedro Wilfredo Haro Díaz1 de mayo de 2012, 9:47 p.m.

    Eduardo:
    El amor platónico de la niñez hacia la juventud, es puro, inocente y verdadero, siempre hemos tenido esa vivencia de estar bien presentado con el cabello bien aceitoso, ropa bien presentada y limpios para impresionar a las damas. Tu relato me ha significado retroceder al tiempo de mi propio amor platónico, solo el verla desde de la esquina o cuando salía a la calle o al colegio. Me despido pensando que será la vida del amor platónico que tuve con esa dama de mi niñez.

    Tu amigo Pedro

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    1. Hey Pedrito, gracias por compartir con nosotros tu sentimiento. Y ya que preguntas que será de la vida de tu propio amor platónico, permíteme compartir contigo el poema IDILIO MUERTO, de nuestro gran César Vallejo:

      Qué estará haciendo esta hora mi andina y dulce Rita de junco y capulí; 

      ahora que me asfixia Bizancio, y que dormita
      
la sangre, como flojo cognac, dentro de mí.

      Dónde estarán sus manos que en actitud contrita 

      planchaban en las tardes blancuras por venir; 

      ahora, en esta lluvia que me quita 

      las ganas de vivir.

      Qué será de su falda de franela; de sus 

      afanes; de su andar;
      
de su sabor a cañas de mayo del lugar.

      Ha de estarse a la puerta mirando algún celaje,
      
y al fin dirá temblando: «Qué frío hay... Jesús!» 

      y llorará en las tejas un pájaro salvaje.

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  23. Estimado Ed:
    Preciosa historia, llena de ternura, con roces platónicos, pero todos envueltos en caricias de preciso candor, vuelves a recorrer senderos que seguro estoy, los harías con los ojos cerrados; tantas y tantas veces has transitado -con tus vivencias- por esas líneas, que viven eternamente en tu memoria y en tu corazón.
    Me gusta el recuerdo de Antonio Balta, pionero en complacer peticiones musicales, hombre de voz exquisita y de admirable gusto. Sobre tus encuentros y reencuentros con Carmen Rosa, solo añadir un viejo axioma que me dejó un profesor de Historia del Perú: "Rolando, el mundo es redondo y da vueltas", tu historia con tan bella mujer, así lo demuestra.
    Algo mas, conocí personalmente a Dyango, gran persona, admirador ferviente de "Cholo" Sotil, un hombre que adora a nuestro país, porque de Perú nacieron dos de sus mas grandes éxitos; geográficamente, tú estas mas cerca de Andy Williams, un señor de la canción.
    Un gran abrazo de cariño ya admiración.
    Ro.

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    1. Hey Ro, gracias por tu lectura y por tus palabras. Espero que todo vaya bien por Barcelona, y que un día de éstos tengamos la oportunidad de retomar nuestras viejas charlas.
      Un abrazo,
      Eduardo

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  24. Margot Laurencio Vega2 de mayo de 2012, 5:32 p.m.

    HERMOSOS AMORES PLATONICOS, QUE SE AHOGAN CON NUESTROS SUSPIROS ...., QUIEN NO HA VIVIDO ESTOS PASAJES EN LA VIDA. AMIGO EDUARDO, SOY MUY ROMANTICA, Y MIS OJOS SIEMPRE SE LLENAN DE LAGRIMAS, ME DIGO SIEMPRE A MI MISMA QUE NADIE MUERE POR AMOR, PERO SI NOS MARCAN PARA SIEMPRE. ME DELEITE CON TU HISTORIA, PERO SENTI TRISTEZA POR ESA ETAPA QUE PASASTES, Y QUE AHORA ES UN LINDO RECUERDO.

    UN BESO GRANDE, CUIDATE MUCHO.
    MARGOT

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    1. Hola Margot, lo siento mucho si mi pequeño relato te hizo llorar...Jajajaja!! Nada malo con tener el corazón blando, en tanto las decisiones de la vida sean siempre las correctas ¿Verdad?
      Cariños,
      Eduardo

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  25. Querido Eduardo:
    De alguna forma recuerdo todo este recuerdo escrito en hermosos trazos literarios por cuanto a espaldas de tu sombra, me gustó con admiración observarte cuando era niño. Me gusta la forma como escribes; pienso personalmente que ahora lo haces mucho mejor que cuando eras joven, por cuanto al Joven enriquecías tus palabras y escrituras con un lenguaje extraordinariamente elaborado sobresaliente en la sinonimia. Y ahora en tu madurez con un lenguaje extraordinariamente sencillo, locuaz, recreativo, nostálgico, lleno de sentimiento y ternura, donde el espacio es recreado con personajes y paisajes conocidos o no conocidos dando un trama real. El tiempo juega un rol quimérico y nostálgico que nunca se perdió; sino por el contrario se mantuvo en el recuerdo; todo ello se universaliza en una ciudad donde cada persona que lo lee, se siente o se puede sentir personaje de la obra, por cuanto todo es hermosamente escrito dando ademas la posibilidad para que sea de gusto para toda generación de chimbotanos. Gracias por tu Obra!

    Te abrasa, tu hermano Alberto QS

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    1. Alberto, eres posiblemente la persona que más conoce de mi temprana edad, por la extraordinaria cercanía con la que crecimos cuando fuimos chicos. Te agradezco y aprecio tus palabras.
      Un abrazo eterno,
      Eduardo

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  26. Julio César Sifuentes Arias3 de mayo de 2012, 6:30 p.m.

    Eduardo
    Estimado y recordado amigo
    Que placentero es leer tu noble sentimiento guardado por años y la maravillosa oportunidad que Dios nos brinda en recordar de nuestra inocencia y candor. Feliz siempre mi hermano.

    Julio César Sifuentes Arias
    Chimbote Perú

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    1. Hola Julio César, un cariñoso abrazo a la distancia, y junto a mi abrazo recibe la fraternidad de nuestra amistad.
      Eduardo

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  27. Eduardo,
    Gracias por saber interpretar y plasmar tu experiencia en tus escritos. A pesar de tener una década menos que tu, esas sensaciones del amor platónico, de la timidez, de los sueños, ternura, ... etc. me parecen que fueron de las mismas manera cuando fuí joven y seguirán siendo para los demás. Leí tus escritos con Historia de amor y Nostalgia de fondo musical y fué fantástico. También lo hice con Adele (Someone like you).
    Ahora en tu madurez veo que te sientes mas enamorado de lo sucedido que de la persona, utilizando un lenguaje florido, locuaz, nostálgico, ... que nunca se perdió.
    Edu, espero con sigas caminado con muchas piedras en tu zapato.
    Te estimo.
    DAVID ARROYO

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    1. Hey David, gracias por escribir. Me encanta cuando dices: "Ahora en tu madurez veo que te sientes mas enamorado de lo sucedido que de la persona". Creo que eso en una gran verdad. Y trataré de que no falten piedras en el zapato... para que la vida siga siendo siempre interesante!!
      Un abrazo,
      Ed

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  28. MARY QUEVEDO DE ALEMANIA31 de mayo de 2012, 6:27 a.m.

    HERMANO EDUARDO APROVECHO LA OPORTUNIDAD PARA HACERTE LLEGAR LOS SALUDOS DEL ENTONCES LOCUTOR DE RADIO CHIMBOTE: ANTONIO "CHITO" BALTA A QUIEN LOGRE CONTACTAR Y A QUIEN MENCIONAS EN TU ARTICULO CARMEN ROSA EN 4 ACTOS...CLARO LE PASE EL ENLACE DE LA PAGINA.....BESOS.
    MARY

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  29. Que bonita historia y es cierta. Asi son los escritos inspirados en experiencias perosnales. Estube embelesada leyendo y al final tu hincon al corazon tambien me llego porque me hizo pegar unas lagrimitas.

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  30. Eduardo:
    El enlace de tu blog me traslado en el tiempo y me cautivo este bello relato de un amor juvenil que viviste y creo que estuvo hecho a tu medida para ser narrado por el protagonista en la posteridad.Nos toco pasar estas experiencias en un ambiente apropiado para la inocencia y ternura en los años de hace 3 décadas y como lo dicta el principio de la dialéctica "no nos sumergimos dos veces en las mismas aguas" , estos no pueden volver a ocurrir.
    Probablemente si declarabas tu amor a Carmen Rosa el relato no existiese.
    Te felicito y agradezco que a través de tus relatos nos permitas deleitarnos con estas vivencias pasadas, sigue escribiendo y que sigan los éxitos.

    Un abrazo

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    1. Hola Carlos, bienvenido a Confesiones a un Árbol, muchas gracias por escribir. Me congratulo de este reencuentro contigo y hago votos por una correspondencia sostenida.

      Éxitos en tu vida personal y profesional!!
      Eduardo

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  31. Extraordinaria historia de amor amigo te felicito tanto sufristes pero lo bueno ke ese recuerdo y amor lo tienes en tu corazón y te digo un secreto ke eso me paso a mi o de repente fue sólo una ilusión de adolescente y ke gusto de tener un promoción con la calidad intelectual como tú cuídate y ke sigas escribiendo muchas historias.

    Tu amigo Luis Mujica.
    Chimbote

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